Impacto emocional y orientación vocacional en familias dominicanas con hijos en el espectro autista (TEA)

Por Lic. Nidia Marcel Acosta Adames

Hoy en día, es un desafío tener hijos con trastorno del espectro autista. Muchas familias dominicanas presentan estrés por no saber cómo corregir la conducta de sus hijos y se ven afectadas emocionalmente, sin saber qué hacer ante las crisis que presentan sus hijos con esta condición. Debemos tener en cuenta que el trastorno del espectro autista (TEA) no es una enfermedad, sino una condición que presentan nuestros hijos. Por lo tanto, debemos ser pacientes y afrontar esta realidad porque, ante todo, nuestros hijos nos necesitan; necesitan padres quepuedan ayudarlos y que no los abandonen.

El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que produce limitaciones globales o específicas en las distintas áreas del desarrollo infantil, incluyendo lo social, cognitivo y el funcionamiento ocupacional de la persona. Lo primero que hay que saber es que el autismo no es una enfermedad, es una condición que debemos aprender a comprender y manejar.

Gracias a la atención temprana, muchas personas con autismo pueden mejorar. Es por esto que se debe dar atención temprana en los primeros años de vida, cuando se detecta el autismo. Este se empieza a detectar a partir de los 4 a 6 meses de vida y lo pueden detectar los padres, el pediatra y también en el colegio o escuela. Algunas señales son: no responder por su nombre, aleteos, conductas repetitivas, no seguir objetos con la mirada, caminar en puntillas, presentar hipersensibilidad y sensibilidad a los ruidos. Algunos, en los primeros años de vida, se comunican y luego dejan de hablar. Lo social se ve afectado en algunas personas con esta condición, así como el comportamiento.

Cabe destacar que las personas que presentan esta condición no actúan iguales; todos somos diferentes, por tanto, no pensamos igual ni actuamos igual. Si comprendemos esta condición, podremos entonces ayudar a nuestros hijos. Estos niños necesitan padres dispuestos a educarlos correctamente, a llevarlos a terapia si así lo requieren, como terapias conductuales, terapia del habla, terapia ocupacional, terapia de aprendizaje, terapia cognitiva, etc.

La sociedad necesita entender esta condición, comprender que las personas que la presentan no están locas, sino que tienen una necesidad que requiere apoyo y comprensión, en vez de ser juzgadas. Estas personas necesitan nuestro apoyo, al igual que sus padres, porque estos padres se enfrentan a mucho estrés; su vida cambia y necesitan que, de alguna manera, las instituciones los ayuden, porque muchos no tienen los recursos para ayudar en todo lo que sus hijos necesitan.

Seamos empáticos y comprendamos esta necesidad.

En la actualidad, las escuelas dominicanas están empleando ajustes curriculares para atender a esta necesidad específica de apoyo educativo, empleando aulas inclusivas, las cuales están compuestas por una psicóloga u orientadora escolar, una coordinadora y dos maestras que brindan apoyo a estos estudiantes, empleando estrategias y actividades de acuerdo a su necesidad. En estas aulas inclusivas se trabaja lo vocacional en estos estudiantes; la orientadora o psicóloga escolar trabajan en conjunto con los padres los intereses de los estudiantes que presentan esta condición. Se trabaja de acuerdo a lo que le gusta al estudiante, ya sea pintar, cantar, bailar o incluso la docencia, etc. Se motiva a los padres a llevar a estos niños a lugares donde se trabaje eso que a ellos les gusta, para que puedan aprender y llevarlo a la práctica.

Quizás algunos no puedan ir a la universidad, pero sí aprender un oficio y llevarlo a la práctica.

En estas aulas no se emplean test, pero sí se trabaja mediante estrategias y técnicas lo vocacional en estos estudiantes, como por ejemplo pictogramas con imágenes de distintas profesiones u oficios, videos, conversatorios y recursos didácticos. También se utiliza la observación para percibir qué le gusta al estudiante.

Recuerden que una discapacidad diagnosticada a tiempo facilita las intervenciones. Si ves que tu hijo presenta algunas de las características mencionadas anteriormente, llévalo a un neurólogo para descartar cualquier condición.