Los padres columnas fundamentales en la promoción de valores humanos en sus hijos

La imagen paterna muchas veces por disminuida y poco importantizada más por ignorancia que por maldad, es fundamental en la concepción espiritual y social del ser humano. Un padre preocupado, y cariñoso siempre será indispensable, estar cerca o lejos de casa no será lo que determinara cuan bueno es un papá, el ejemplo mas hermoso del amor del padre por sus hijos lo constituye el amor de Dios por nosotros, el cual aunque esta lejos físicamente esta muy cerca espiritualmente, guiando nuestros pasos.

Los padres representan el balance emocional que soportan la formación de la personalidad, un padre que acompaña vigila y ama hará la vida de su hijo o hija más placentera, el filósofo José ingenieros dijo: Es hermoso que los padres lleguen a ser amigos de sus hijos, desvaneciéndoles todo temor, pero inspirándoles un gran respeto. Y ciertamente esa es la esencia de la relación padre e hijo.

Madre solo hay una, padre es cualquiera, es un dicho popular pero erróneo, pues los que hemos visto en acción a padres entregados como Fernando Taveras el cual en su pequeña camionetita carga acarreo y sale cada día a buscar a sus hijos a sus centros de estudio, sabemos que un padre bueno, entregado y vigilante no puede ser cualquiera, cuenta Fernando que cuando era niño quiso ir a la escuela pero su padre le dijo que no que era hora de ir a la parcela a trabajar como muchos otros muchachos de su edad, el acepto la voluntad de su padre pero decidió hacer la diferencia con sus hijos. Los puso a estudiar ingles, computadoras y karate, pese a la difícil situación económica. Dice con orgullo “hace años no me compro nada para mi pero, todo el sacrificio es por la educación de mis hijos, para que sean profesionales”

La sociedad ha ido evolucionando y así como el paso del hardware al software en un momento dado fue una necesidad para el avance para la tecnología. así mismo la sociedad ha ido desarrollando el rol del padre, el cual ha sufrido serias transformaciones llevándolo de ser un simple proveedor, macho y castigador a un rol nuevo asumido por un hombre que es responsable de su paternidad, que sabe que tener un hijo es un regalo divino, es el que siente el deber y no la obligación de comprar a su hijo lo que necesita. Ese nuevo padre con su determinación de hacer la diferencia puede y tiene el valor de encaminar la vida de sus hijos con valores humanos en una sociedad como la nuestra impregnada de violencia y egocentrismo.