miércoles, 12 de mayo de 2010

MADRES SOLTERAS Equilibrio perfecto entre el amor y la disciplina


La tecnología y la sociedad en ocasiones parecen conspirar contra la estabilidad familiar, y cuando la familia está a cargo de una madre soltera, el desafío aumenta pues la carga emocional y económica de quienes tienen la responsabilidad de asumir solas los compromisos de una crianza sin pareja son muchos, ya que la dualidad de manifestar ternura y a la vez mantener la disciplina no es sencilla.

Ya sea a causa de un divorcio, elección personal, abandono o viudez, entre otras razones, cuando una madre sola se ve ante la realidad de encarar los compromisos y obligaciones para con sus hijos, lo hace con seriedad y entrega. Una muestra de ello es entrar a la reunión de cualquier colegio de este país veremos cómo más del 95% de las asistentes son madres representado a sus hijos.

Con la emigración actual de los países pobres a los ricos son muchas las mujeres que están asumiendo la educación y cuidado de sus hijos solas, pues aunque reciban algún apoyo económico del padre que emigró, el gran compromiso es de ellas. No tener un compañero que sea soporte y aliado en la vigilancia y cuidado de los hijos hace que las madres solteras tengan mayor compromiso. Es común escuchar la expresión “ella es madre y padre a la vez”, pero cuando una mujer decide ser madre solo es madre aunque en ocasiones castigue o imponga disciplina, siempre lo hará con la comprensión, paciencia y cariño que solo puede salir del alma de una mujer.

En la actualidad, muchas mujeres sin parejas sentimentalmente establecida deciden ser madres solteras, algunas por temor a la soledad, otras por considerar que ser madres es una experiencia de vida que ellas merecen vivir. Las madres solteras son mujeres que asumen su maternidad con responsabilidad y coraje, el mismo que utilizan para enfrentar a un mundo, llámese compañeros de estudio o vecinos de sus hijos, que pretende señalar y augurar fracaso a los hijos que están criándose sin la presencia de un padre en el hogar. Valoremos a esas madres solas que trabajan sin cansancio, que no descansan hasta ver a sus hijos realizados.



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