La Familia y su función en el siglo XXI

Por:

CAROLINA MOREL RODRIGUEZ

Y JUAN CARLOS SALVADOR

La familia es la base fundamental de la sociedad. Es definida por la Real Academia de la Lengua Española: “Como un grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas”. Levis Strauss habla de la familia como una sociedad formada por el marido, la mujer y los hijos de ambos, unidos por lazos legales con derechos y obligaciones. Por tanto, la familia como la sociedad tienen lazos que desde su naturaleza les unen, una no puede desarrollarse sin la otra.

La función de la familia en la actualidad se ve mermada como resultado de muchos aspectos que no le favorecen y reducen su alcance. Si la familia se ve limitada a cumplir sus funciones de manera efectiva, entonces esas limitaciones afectarían directamente a la sociedad, ya que entre ambas existe una relación muy estrecha de dependencia.

Fernando Garrido (1995), citando a Murdok, proponía cuatro funciones claves en la familia: Función sexual, económica, reproductiva y educativa. Decía que a pesar de los cambios que ha experimentado el mundo todavía esas funciones se mantienen; sin embargo, la familia no es autosuficiente para asumir esas funciones, por tanto, no puede cumplir con las exigencias de la sociedad.

 Nuestros argumentos se sustentan sobre la base de que hay funciones de la familia como es la función educadora y la socializadora, que se ven limitadas o fortalecidas, a veces por la influencia de otros espacios como los medios de comunicación y aspectos de la sociedad misma que no favorecen su desarrollo para cumplir con tan importante tarea.

Otros aspectos son que a medida que la sociedad cambia y se da el proceso de la industrialización empieza el cambio de roles en la familia, lo cual hace que las reuniones no sean tan cotidianas como tampoco el compartir familiar.

Hoy la familia cuenta con menos respaldo, pues parte de quienes servían de apoyo en el aporte de los valores son sus principales enemigos; tal es el caso de los medios de comunicación, la música, y el mismo entorno. A ello, se le agrega el internet y las redes sociales para darle la última estocada y debilitar la posibilidad de cumplir con dichas funciones.

Con los cambios experimentados nuestros hijos no conocerán lo que es en sí una familia; solo conocerán el concepto, pero no podrán tener la oportunidad de conocer la realidad. Espero que la sociedad nos haga quedar mal y estar equivocados; sin embargo, creo que el tiempo y las circunstancias nos están dando la razón. Para fortalecer este argumento pondré un ejemplo de lo que expresamos en el artículo: en el ámbito escolar los padres, en más de un 50%, no saben ni les preocupa en que grado están sus hijos; más del 60% no asiste a las reuniones escolares; 65% no preguntan por las tareas y todo esto nos dice  que no habrá un camino fácil de recorrer.

Puede parecer que hay una contradicción, pero todavía estamos a tiempo de encaminar a los hijos y forjar una mejor familia.

La educacion es el camino de esa esperanza y la familia es el sustento que la puede hacer realidad, si ella asume su responsabilidad y la educacion la suya.

Para concluir, basta con decir que hoy somos los responsables de ayudar a las familias a cumplir con esas funciones.  Serán nuestras palabras descritas en este articulo las bases para modificar el accionar de cada familia.