domingo, 21 de marzo de 2010

Una Mujer de Hoy

Ser mujer no es fácil, nunca lo ha sido, en el pasado luchamos por alcanzar las libertades civiles, votar, trabajar y otras mas, hoy seguimos teniendo el gran reto de demostrar a todos que somos valerosas y que cuando nos proponemos algo lo logramos aun pasando por encima de nuestros propios temores y tabúes.


Hoy día no nos es extraño, entrar a cualquier empresa u oficina ya sea publica o privada y encontrarnos con que esta es dirigida o supervisada por alguien del sexo femenino, este mismo sexo femenino que llegado el momento asume su compromiso biológico de dar a luz a otra vida a través de su vientre, siendo maternales, cuidadosas y comprometidas con la crianza y desarrollo de sus hijos, apartando siempre un tiempo de calidad para compartir con estos.

Las féminas somos dueñas de un instinto único que nos permite ser perceptivas y observadoras, sabemos que no somos el mal llamado, sexo débil, sino que por el contrario somos el sexo inteligente, fuerte y visionario, poseedoras de una gran capacidad y habilidad para actuar con calidad en los ámbitos en los que nos han tocado desempeñarnos. No es casual que estemos liderando en cantidad las universidades, institutos y centros de capacitación, esto se da porque sabemos que estamos en nuestro momento de preparación, para que cuando lleguen esas oportunidades que tanto hemos esperado estemos listas para ocupar esos lugares que sabemos están esperando por nosotras.

La mujer de hoy se encuentra conectada con su interior, sabe que actitudes, dones y sueños tiene, vive permanentemente motivada, conoce y siente seguridad en si misma porque sabe que dentro de sí tiene todo el material para alcanzar lo que desea en la vida, por lejos que esto parezca estar, se sabe poseedora de una esencia especial y única, que hace que tenga tenacidad e inteligencia para obtener lo que es intangible para otros, pero que para ella es la meta final, LA FELICIDAD.

Nosotras constituimos el presente de esta sociedad, pues somos las que parimos, educamos y acompañamos al género masculino, por esto donde hay un gran hombre, estudiante o mandatario, debemos de estar seguras de que muy cerca hay una mujer que puede ser madre, amiga o pareja, que en algún momento toco su vida, las mujeres no somos sombra de nadie, y tampoco un resplandor que les impide a los demás avanzar, somos como espejos en los cuales los demás que pasan por nuestras vidas se reflejan y motivan a seguir hacia adelante.

Nuestros mayores obstáculos están en nuestra mente, una mujer vencedora no se conforma con lo que la vida le da, acepta su realidad y crea las bases para un mejor porvenir de ella y los suyos, siempre teniendo como coraza sus valores humanos, los cuales se constituyen en las armas de batalla para luchar con una sociedad que en ocasiones se resiste a aceptar que las mujeres si somos iguales.

Nadie nos ha dado nada, todo lo que tenemos lo hemos alcanzado porque hemos demostrado ser capaces y emprendedoras. Hemos tenido que recorrer un gran camino y nos falta mucho para poder ser reconocidas y valoradas en nuestra justa magnitud, pero lo estamos logrando, por que el decir soy mujer es sinónimo de felicidad, familia y éxito.

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