Por:
Vianny
Suriel Núñez
Amelia
Ercilia Mayerlin Peña Jerez
La familia nos rige, nos educa, nos
proporciona ese primer contacto con el mundo, brinda amor, seguridad, provee los valores, creencias y modos de ser
o expresarse, de los miembros que la componen. En ella, se desarrollan los
lazos de afecto, de pertenencia, de identidad, pero también de rencor, de ira y
de incertidumbre, una buena dinámica en la vida familiar, logra estabilidad en
el desarrollo de sus relaciones interpersonales.
También, hay hogares en que la falta
o ausencia, de uno de los progenitores, crean una total desintegración, crecen
con abuelos, tíos, u otra persona, sobre quien recae la responsabilidad de su
crianza y por eso arrastran varias
dificultades, tanto económicas como afectivas, en la que los niños, son los que
resultan más afectados.
En algunas ocasiones estas familias,
en su intento por cubrir esas carencias, sobreprotegen, queriendo compensar,
quizás no saben cómo manejar un chico o chica rebelde, luchan por llevarlo
hacia un buen camino y resulta en situaciones de riesgo, donde el mismo
adolescente, comienza una vida de autodestrucción.
Es triste ver familias, donde sus
miembros están muy alejados emocionalmente, que no existe confianza, ni
compresión entre ellos, no se conocen,
porque no logran estrechar vínculos,
nadie muestra sus verdaderos sentimientos o tienen un modo de
relacionarse negativo.
Ya que la familia es el primer modelo
del manejo de las relaciones interpersonales, será el que el niño o niña
implemente de manera inconsciente, es por eso que vemos en la sociedad algo que
se llama, repetición de patrones, solemos criar o ser, como nos criaron a
nosotros, si tuvimos padres amorosos y bondadosos, es posible que también sea nuestro modo de ser, si tuvimos padres
abusivos o maltratadores, así mismo también podemos tratar a nuestros hijos.
Ese modelo trabaja en nuestra psique,
desde la niñez, claro está que existen las personas con un mayor nivel de
discernimiento o conciencia, se da cuenta de que su crianza, no fue la mejor y
por ende, deciden romper el círculo y no cometer los mismos errores de su
linaje, a esto le llamamos, la excepción a la regla, que por supuesto, sería
maravilloso que más familias imitaran este ejemplo y pudieran cambiar su
historia.
1 comentario:
Excelente, así es en la familia obtenemos nuestros primeros aprendizajes, es el lugar donde nos sentimos seguros, donde creamos nuestros primeros vínculos afectivos.
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