martes, 1 de diciembre de 2020

La Familia y sus Matices

 


Por:

Vianny Suriel Núñez

Amelia Ercilia Mayerlin Peña Jerez

 

La familia nos rige, nos educa, nos proporciona ese primer contacto con el mundo, brinda amor, seguridad,  provee los valores, creencias y modos de ser o expresarse, de los miembros que la componen. En ella, se desarrollan los lazos de afecto, de pertenencia, de identidad, pero también de rencor, de ira y de incertidumbre, una buena dinámica en la vida familiar, logra estabilidad en el desarrollo de sus relaciones interpersonales.

 La estabilidad emocional entre aquellos que la componen,  son muy variadas, así como hay familias ejemplares, también tenemos tóxicas y dañinas, aquellas que tienen una comunicación más desequilibrada y vulnerable, provocan conflictos en sus integrantes, perjudicando así el desarrollo emocional y físico del individuo, van desde la falta de comunicación, distanciamiento marcado, creencias erradas y conflictos, lo cual genera un malestar, que difícilmente puedan reconocer por sí solos, si este caos existente, no encuentra una posible solución adecuada, termina lacerando o perjudicando sus miembros, de manera casi irreversible.

 Por eso es importante reconocer, cuando la familia está en crisis y necesita de un especialista, ya sea en terapia familiar o en cualquier otro tipo de intervención psicológica o psiquiátrica, cosa que es poco común, no solo porque al ser humano, no le gusta admitir que se equivoca o requiere apoyo por parte de otros, si no por vergüenza y tabú que existe, sobre todo en nuestro país, tercermundista y de mucha ignorancia.

También, hay hogares en que la falta o ausencia, de uno de los progenitores, crean una total desintegración, crecen con abuelos, tíos, u otra persona, sobre quien recae la responsabilidad de su crianza  y por eso arrastran varias dificultades, tanto económicas como afectivas, en la que los niños, son los que resultan más afectados.

En algunas ocasiones estas familias, en su intento por cubrir esas carencias, sobreprotegen, queriendo compensar, quizás no saben cómo manejar un chico o chica rebelde, luchan por llevarlo hacia un buen camino y resulta en situaciones de riesgo, donde el mismo adolescente, comienza una vida de autodestrucción.

Es triste ver familias, donde sus miembros están muy alejados emocionalmente, que no existe confianza, ni compresión entre ellos,  no se conocen, porque no logran estrechar vínculos,  nadie muestra sus verdaderos sentimientos o tienen un modo de relacionarse negativo.

Ya que la familia es el primer modelo del manejo de las relaciones interpersonales, será el que el niño o niña implemente de manera inconsciente, es por eso que vemos en la sociedad algo que se llama, repetición de patrones, solemos criar o ser, como nos criaron a nosotros, si tuvimos padres amorosos y bondadosos, es posible que también sea  nuestro modo de ser, si tuvimos padres abusivos o maltratadores, así mismo también podemos tratar a nuestros hijos.

Ese modelo trabaja en nuestra psique, desde la niñez, claro está que existen las personas con un mayor nivel de discernimiento o conciencia, se da cuenta de que su crianza, no fue la mejor y por ende, deciden romper el círculo y no cometer los mismos errores de su linaje, a esto le llamamos, la excepción a la regla, que por supuesto, sería maravilloso que más familias imitaran este ejemplo y pudieran cambiar su historia.

 

 


1 comentario:

Loida García. dijo...

Excelente, así es en la familia obtenemos nuestros primeros aprendizajes, es el lugar donde nos sentimos seguros, donde creamos nuestros primeros vínculos afectivos.

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