martes, 1 de diciembre de 2020

El RECIÉN NACIDO

Reacción al nacimiento de un hermano y su repuesta a la frustración


Por: Nastia Toribio

El ciclo vital o la edad en que se encuentre el niño al momento de la llegada de un nuevo miembro   a la familia provocará cambio en el hogar, vista de que los padres dediquen muchas atención y dedicación   en realizar los preparativos   requeridos, para cubrir las necesidades básicas del recién nacido.

En la forma en que los padres anuncien su llegada a depender su aceptación, o puede producir resentimientos en contra del recién nacido, por ser cambio difícil de asimilar para el hermano. Antes de que se produzca el nacimiento, es bueno informarle, hablar sobre la llegada, involucrarlo en todos los ámbitos concernientes, es decir llevarlo a la consulta al médico, a los fines de escuchar los latidos del corazón, decorar el espacio físico del hogar, en la selección del nombre, hablarle acerca de los bebés, ilustrándolo con cuentos.

Cuando se produzca el parto llevarlo al centro clínico en los momentos visitas, beneficiará en sentirse importante y acogido, en ese momento tan valioso para la familia.

Después de nacer, es trascendental reforzarle aquellas conductas que manifieste como forma de cuidarlo, si muestra comportamientos agresivos de tipo verbal o de actuación directa, siendo evidente que se trata de causar un mal al otro hermano, se procede a adoptar una actitud correctiva educativa.  Hay factores que pueden incidir en el comportamiento del primogénito con la llegada de un nuevo ser, como la edad, el sexo, a preparación psicológica para el hecho, estructura del núcleo familiar. 

El hermano mayor ante esta situación puede adoptar un comportamiento regresivo desde leve hasta el denominado regresión-regresión, manifestando conducta ya superadas en la relación madre-hijo, como un medio de llamar la atención y exigir cosa para las que ya era autosuficiente, también puede surgir síntomas que indican una aparición emotiva profunda, adoptando una actitud de indiferencia ante el nuevo hermano y formas de inquietud, como:  enuresis, insomnios y adelgazamiento.

Cuando pasa a la regresión su comportamiento adquiere diferentes matices como malos tratos, golpes, intento de dejarlo caer de la cuna, en esta se combinan síntomas de agresión físicas y verbal.

En este nivel los síntomas de regresión son más graves con comportamiento en lo que se alterna lo verbal con lo directamente ejercido.

De cualquier modo, cuando aparece la agresión o la regresión en sus diferentes niveles, de forma   evidente queda afectado hondamente, aquella dinámica afectiva del hijo mayor con la madre como producto de la aparición de un nuevo miembro en la familia. Al suceder este acontecimiento puede aparecer dos clases de reacciones, por un lado, el intento de reforzar los lazos afectivos con la madre que se teme perder, mientras que en otros casos puede darse una condición   de acentuarse el rechazo a la madre y un acercamiento más cálido hacia el padre.

En este caso cuando el niño se encuentra atrapado de forma paralela en una tensión dinámica de verdadera y profunda ambivalencia entre el padre, la madre y el nuevo hermano y con este gran cúmulo de sentimientos intenta adaptarse a la realidad que le rodea.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Asi es cuando llega un recien nacido las cosas cambian toda la atencion gira alrededor de el haciendo que el hermano mayor se sienta desplazado por el. Los padres se enfocan en los preparativos para darle la bienvenida a este nuevo miembro.

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