martes, 1 de diciembre de 2020

Tres mitos rurales

Por:

 Yahaira Patricia Almanzar Rojas

Al hablar de  los mitos en la familia no hay  más remedio que aceptar  que en toda familia, aun en aquella que puede ser clasificada como más normal, hay una cierta dosis de mitología. Los estudiosos del tema, entre los que resulta inevitable citar a ANTONIO J. FERREIRA (1963, 1965, 1966 Y 1967) H. STIERLIN (1973) Y M. SELVINI PALAZZOLI (1974), afirman que el mito es necesario para un buen desarrollo de las relaciones.

Aporto sobre los mitos que se destacaron en mi familia de origen. Estos mitos marcaron un antes  y  después en mi vida porque gracias a ellos me hicieron valorar distintas  situaciones que ya de adulta  mejor comprendo. En cierto modo me molestaba porque desconocía la causa porque mi abuelo materno lo hacía.  Entre los mitos puedo destacar que las niñas no se ríen a carcajada son de niñas mal educada, pues debía mantenerme ecuánime. Que debía acostarse sin reírnos, que no  debía conversar con niños.

Hablar de los mitos me extrapolo  a mi niñez porque yo si viví los verdaderos mitos. Hace muchos años en aquellos tiempos de mí niñez conocí una persona que me tomo mucho cariño y una forma de agradarme me hizo un dulce de coco tierno y me lo llevo a mi casa. Mi abuela comienza y dice: no te coma ese dulce que sabe tú que le  echaron a ese dulce. Les cuento que solo lo aprobé y sentí náuseas y mucho malestar estomacal a raíz  de comerlo. Por el simple hecho de escuchar a mi abuela decir que tal vez podría tener algo ese dulce.

Cuento cuando estaba en la cocina no podría mover los alimentos en el caldero con un cuchillo que era malo, pero no se podría preguntar por qué. Qué no podía bañarse caliente luego de uno llegar de la calle, que había que dejar enfriar los pies porque le podía dar un resfriado.

Ahora de adulta es que puedo comer esta fruta la guanábana ya que mis abuelos decían; que me pararían el crecimiento por lo que no me dejaban comer y así fue creciendo al punto de dejar ese mito que mi abuelos me decían e investigar  todas las propiedades que posee esa fruta. 

Tomando esas experiencias de mi niñez puedo decir que en cierto modo, me favoreció  para el desarrollo de lo que soy, eso permitió escoger y quitar lo que en realidad entendí, que era lo correcto. Ahora me rio de todos los mitos que mis abuelos me contaban, mi memoria fotográfica la traje a colación  y siento muchos recuerdos encontrados y me llena de mucha satisfacción conmemorarlo porque son parte de mi vida. Y los tengo bien guárdalo en mi corazón.

 El mito da cada miembro un rol que se acepta por todos y cuyo desafío convierte en un verdadero tabú. Dossier orientación terapia familiar pág. 42 .

STIERLIN (1973) y M. SELVINI PALAZZOLI (1974), afirma que el mito es necesario para un buen desarrollo de las relaciones                                                                                           



  


3 comentarios:

Amelia Peña dijo...

Este articulo es muy importante y a la vez delicado, porque los mitos tienen que ver con las creencias que tienen ciertas familias, por lo que esto depende del origen y las costumbres en algunos hogares con los ritos, porque si no lo llevan acabo le pueden ocurrir algo extraño.

Dianelba Lora dijo...

Este artículo es muy interesante porque nos manifiesta la costumbre y la formación en la familia lo cual les ayuda al desarrollo y a prepararse para ser hogares en valores, obviar los malos hábitos en los hogares y fomentar buenas relaciones.

Dianelba Lora dijo...

excelente muy instructivo y cultural

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