viernes, 27 de agosto de 2021

Dinámica familiar y convivencia fraterna

 


Por: Yesenia Arias Vizcaíno y Darianna Beltre Diaz

 

Para abordar este tema cabe resaltar que “fraternidad es la unión entre hermanos o entre los que se tratan como tales” (Diccionario enciclopédico Océano volumen IV). Este se crea a través de la unión de personas o las elecciones sociales relacionado con los vínculos de unidad existente con los mismos intereses, debe ser caracterizado por el apoyo y el respeto.

La vida familiar es hermosa y a la vez un tanto complicada al momento de ver como los hermanos se quieren esforzar por tomar un lugar determinado en la fratria del seno familiar para mantener el valor de la personalidad infantil y que los padres y /o tutores mantengan la atención centrada en ellos.

Por desconocimiento, muchas veces los adultos convierten la fratria en disfuncional, es muy común cuando va a nacer otro hijo puede crearse celos, disgustos, resentimientos y rivalidad, ya que en algunos casos los padres le brindan más atención y cuidados personales al neonato, sin tomar en cuenta ni dando participación al otro niño en la casa, resaltando su belleza, virtudes, gozo de que haya nacido y llenándole de regalos. De esta manera el hijo mayor se siente que han invadido su espacio, que está abandonado o que ya su belleza termino, convirtiéndose este en el síndrome del príncipe destronado que tiene como característica lo antes mencionado, así como también al nacer un nuevo miembro en la familia, la estructura familiar pasa por un momento de 'crisis' o cambio, en el que se deben de reajustar funciones y roles en los progenitores. Estos ajustes repercuten en la estabilidad del niño, quien a partir de este momento no tiene exclusividad en cuidados y atención por parte de los mayores.

Esto produce rivalidad fraterna; esto lleva al niño a sentirse con emociones dolorosas y sentimientos encontrados, es como si en ese momento se crea una lucha de poder, enfado y una disputa, creando un ambiente de agresividad entre hermanos y cambio absoluto de la conducta. Los niños se pueden poner ansiosos, puede verse afectada la inteligencia emocional y su maduración evolutiva.

 Para mantener un encuadramiento efectivo en la fratria es recomendable que la convivencia sea basada en el respeto, aceptación de confines, cooperación, buena comunicación y que no vivan en competencias más bien en apoyo mutuo desarrollado en un contexto benéfico, para este fin es recomendable lo siguiente:

Hablar con el niño.  sería beneficioso una conversación de los padres con sus hijos, haciéndoles entender que la llegada del hermano no supone una sustitución.

Evitar las comparaciones. Es fundamental evitar cualquier tipo de comparación entre los hermanos. Cada niño es único y diferente del resto.

Validar las emociones que está sintiendo. Otra actitud de los padres que resultará beneficiosa será la validación de las emociones que está sintiendo el niño, es decir, mostrar una actitud empática y de apoyo hacia su hijo. 

Fomentar un clima familiar agradable. Pasar tiempo en familia en la medida de lo posible. 

Implicación en el cuidado del hermano. También puede ser útil proponer al mayor alguna tarea relacionada con el cuidado del niño como puede ser, por ejemplo, intervenir en el baño, en la elección de ropa, en el cambio de pañal, etc.… bajo supervisión de los progenitores; aunque no es conveniente que haya una implicación excesiva por parte del hermano mayor ya que podría sentir un elevado número de responsabilidades impropio de la fase evolutiva en la que se encuentren.

No manifestar preferencias. Una manera de acentuar los celos entre los hermanos ocurre cuando, ambos progenitores o uno de ellos, muestran preferencias por uno de los hermanos, en este caso, preferencias por el hermano recién llegado. En muchos casos, estas preferencias se hacen de forma inconsciente, pero es importante que los padres estén alertos de ello e intenten evitarlo.

Evitar, en la medida de lo posible, cambios importantes en la estructura familiar. Pese a que, en algunas ocasiones, no es posible evitar ciertos cambios, es conveniente no hacer coincidir la llegada del nuevo miembro de la familia con algún otro acontecimiento importante: cambio de colegio, cambio de domicilio, etc.

Mostrar las ventajas de tener un hermano pequeño. Hacerle entender al niño que podrá jugar con su hermano y tener compañía. Además, se le puede hablar de las ventajas de ser el hermano mayor, explicándole los privilegios que él puede disfrutar.

Las familias que tienen una fratria entre hembras y varones se pueden enriquecer haciendo uso de la cooperación, sin olvidar que cada uno tiene sus propios límites y estos hay que respetarlo, además los adultos deben motivar a los hermanos a resolver sus propias situaciones por ellos mismos, pero si se requiere la intervención de un adulto que sea sin parcializarse para evitar rivalidades entre ellos, garantizando una sana convivencia y la armonía familiar.

Los padres se forjan sobre sus hijos una serie de buenos deseos, metas, expectativas y aspiraciones, esto es bueno pues, así motivan su buen desarrollo para esto hay que inculcar grandes valores espirituales y familiares motivando al niño a mantener un ambiente respetuoso con sus hermanos, amándolo y aceptándole tal cual son.

Invitamos a los padres a saber mantener un encuentro perfecto en las relaciones fratria, dedicar tiempo de calidad a cada hijo resaltando lo importante que son, mirando su bellezas y virtudes, trabajar la comunicación efectiva, motivando el trabajo en equipo, confianza y sobre todo una familia guiada por el amor.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Muy interesante

Unknown dijo...

Muy buena investigación licenciadas,todo muy bien detallado,me encanto mucho el tema

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