Por: Antonia Tineo Robles
Aprender es un proceso para almacenar información la cual usamos cuando se nos sea necesario. En los últimos años se ha avanzado mucho en lo concerniente a las ciencias neurológicas, y estas han puesto la mira en el campo del aprendizaje
En la neurología encontramos lo aplicación llamada Neurociencia aplicada a la educación, en la cual se destacan dos tipos de aprendizaje, uno que es de corta duración y otra de larga duración, el de corta duración se caracteriza por que los recuerdos o lo aprendido se fija en un área donde se olvida con facilidad, esta área es en cierta forma frágil a las circunstancias estresantes pues se pierde ante estas situaciones, a diferencia de la de largo plazo, la cual se adquiere con consistencia y en ausencia del estrés mental que se genera en ciertas ocasiones.
En vista de saber dónde se debe fijar el aprendizaje (Memoria corta o de larga duración) sabemos pues hacia donde la educación moderna debería de enfilar sus estrategias, si el dejar los estudios para última hora genera estados de estrés en el estudiante, esto le hará fijar su aprendizaje en la memoria de corto plazo, lo que lo llevará a un olvido en ciertos momentos, a diferencia de si el estudiante es dirigido a un estado de bienestar y tranquilidad, con cierta ausencia de estrés, esto iniciará la fijación del aprendizaje en la zona de largo plazo, reteniendo el mismo para cuando le sea requerido.
El estudio continuo mantiene las sinapsis neuronales activas consolidando así el aprendizaje, entre los retos de la educación estaría de igual manera el velar por el descanso del estudiante, el estudio en un área adecuada sin distracciones como el caso de las computadoras, televisores, tablets, etc, tratar de estudiar durante el dia y no por la noche, donde se percibe el cansancio que se adquiere durante el día. Todas estas situaciones influyen de manera significativa para la fijación del aprendizaje ya sea hacia la zona de la memoria de corto o de largo plazo.
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