Por: Maritza De Jesús Fernández
Marta Genera Moreta
Feliz
Según varias investigaciones médicas, han demostrado que el periodo más rápido de crecimiento cerebral ocurre en el último trimestre
del embarazo y los primeros 2 años de
vida y que las experiencias de la infancia temprana
tienden a tener efectos duraderos en la futura capacidad de aprendizaje del
individuo.
Una buena alimentación es fundamental para ayudar a tu
cuerpo a mantenerse fuerte y saludable.
Varios estudios han
demostrado que, el desarrollo cerebral de un niño está dado por un proceso
biológico natural y por las experiencias del entorno, asimismo la nutrición y la alimentación desempeñan un
papel esencial en este proceso.
Cabe destacar, que la
composición de las membranas de las células nerviosas, varía en función de los
nutrientes de la dieta, por lo que el crecimiento del cerebro exige grandes
demandas de alimentos nutritivos, desde la etapa prenatal.
Sin lugar a dudas, en la
edad escolar la nutrición es vital para un aprendizaje significativo, ya que los niños que tienen una dieta saludable
presentan un coeficiente intelectual más alto que los alimentados de forma
inapropiada.
También los adolescentes en
esta etapa de la vida, el desgate físico diario y el agotamiento psíquico que
produce la rutina académica es importante que adquieran hábitos alimentarios correctos, para prevenir
alteraciones derivadas de una alimentación desequilibrada, lo favorable es
consumir alimentos variados rico en proteínas, vitaminas, minerales, debido a
su rol en el funcionamiento del sistema
nervioso y el desarrollo del cerebro.
Además, la primera comida
debe ser completa, debido a que es la más importante porque nos aporta la
energía del día.
En
conclusión, una dieta inadecuada en la
etapa del desarrollo trae como consecuencia la desnutrición y por ende influye
en el rendimiento escolar, es decir, es
perjudicial para el desarrollo físico
y mental del individuo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario