miércoles, 16 de septiembre de 2009

Afrontar el divorcio cuando hay hijos

Aunque resulta difícil de admitir, el divorcio representa una derrota para dos personas que en algún momento de sus vidas decidieron unirse y construir una familia juntos. El fin de un matrimonio, provoca sentimientos de baja estima, soledad y pérdida. En la actualidad mas del 50% de las parejas que se casan fracasan antes de cumplir su primer año juntos, el divorcio es una pandemia de nuestro época.

La vida útil de un matrimonio comienza a desplomarse por múltiples razones, infidelidad, mala comunicación, irrespeto, maltrato emocional, entre otras cosas, es realmente alarmante la cantidad de matrimonios que procrean hijos, sin antes analizar que tan sólidos están ellos como pareja y que estabilidad les ofrecerán a esos hijos.

Decidir con quien se quedaran los hijos no es fácil, pues salvo que la economía, salud o estilo de vida de la madre no se lo permita por lo regular estos quedan a cargo de su progenitora, cosa que en nuestras sociedades machistas aprovechan algunos hombres inescrupulosos para desentenderse de los hijos no solo económica sino emocionalmente.


Las condiciones en las que se decida el divorcio serán determinantes, para la conclusión de este difícil proceso, en el que lamentablemente por lo general suele involucrarse a los hijos, usándolos en ocasiones como escudos o lanzas con los que se atacan o defienden los padres según les convenga.


La situación empeora cuando una de las partes ya divorciada decide, iniciar una nueva relación sentimental, afloran los temores, pues aveces el otro teme que la nueva pareja quiera usurpar su lugar en la vida de los hijos, comienzan los comentarios y cuestionamientos maliciosos, ¿como y tu le vas a poner otro papa a esa niña? ¿Y quien te dijo a ti que las madrastras quieren a los hijos de los esposos?

El divorcio como tal no es agente destructor de la personalidad de nadie, si es bien llevado mediante un proceso en el que impere un clima de respeto y armonía entre los que han decidido terminar con la relación.


Es por esto que se les recomienda a los padres en conjunto:

Explicarles a los hijos que decidieron separarse, esto sin mayores detalles sobre todo cuando hay episodios de violencia, infidelidad entre otros.

Permitir que los niños expresen su opinión y temores sobre el proceso que viene, ayudara a conocer como ellos visualizan su vida tras el divorcio.

Expresarles con afecto y claridad que el compromiso como padres no caduca con el divorcio, y que siempre se estará cerca de ellos y de sus actividades.

Establecer mecanismos de vigilancia y acercamiento en especial con los hijos mayores pues en ocasiones, el divorcio mal llevado se convierte en caldo de cultivo para que estos entren en bandas juveniles, prueben drogas o alcohol.

Hablar con ellos a grandes rasgos sobre los acuerdos a los que llegaron, en cuanto a división de propiedades si las hay, visitas, paseos y apoyo económico, esto les dará mayor seguridad.

Si creen que no sabrán afrontar esta nueva situación, busquen ayuda profesional terapeutas familiares o profesionales de la conducta, los cuales les darán herramientas y técnicas de cómo manejar esta decisión de la mejor manera.

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