Las vacaciones han llegado, estas representan sin lugar a dudas la época mas esperada por los estudiantes sin importar en que nivel estudien, representan el período idóneo para jugar, correr y disfrutar, para los padres aunque disfrutan la presencia de los hijos, les resulta estresante y les causa tensión tenerlos todo el día en casa, pues de una manera u otra todos nos acostumbramos a que durante los meses de agosto a junio los niños están un largo periodo en su centro de estudio, y aprendemos a lidiar con el tránsito, y el hecho de que tenemos que llevarlos, buscarlos y realizar o revisar las tareas con ellos.
Si nos regaláramos la oportunidad de recordar junto a nuestros hijos, como eran la vacaciones en nuestros tiempos, lo únicas e inolvidables que eran. Con cuanto fervor las esperábamos durante todo el año, ya fuera para viajar al interior a montar caballos, volar chichiguas, compartir con los abuelos, pasar unas semanas en casa de una prima o amiga adorada, mientras que otros las pasaban fuera del país, pero sin importar el lugar a donde íbamos debemos reconocer que nuestras vacaciones siempre eran las mejores porque ellas nos dejaban anécdotas de nuestras travesuras y juegos para recordar todo el año.
En nuestros país existen muchas alternativas vacacionales: entre ellas los campamentos ya sean estos en un lugar apartado de la ciudad donde los niños además de hacer sus comidas amanecen o de otra modalidad en la que son recogidos en la mañana en la casa y devueltos en la tarde, los campamentos estimulan en nuestros niños múltiples capacidades intelectuales, motoras y sociales, pues en estos aprenden la importancia del trabajo en equipo, asumen compromisos en cuanto a deberes, ponen en práctica la tolerancia, enfatizan la importancia de la convivencia, empero para los que desean otro tipo de actividades están los talleres que ofrecen diversos institutos de danza, pintura, idiomas, manualidades entre otras muchas ofertas. Estos son una buena oportunidad para motivar el aprendizaje artístico de nuestros niños y adolescentes, pues estos intensivos por lo regular son ofertados en tandas de 4 o 5 horas diarias, y para los que deben reforzar alguna área especifica como matemática, caligrafía u otras asignaturas que durante el periodo escolar les presentaron dificultades están las salas de tarea. Es propicio motivar a nuestros hijos para que equilibren las vacaciones entre el juego, la lectura y otras actividades.
Las vacaciones no se deben convertir en una excusa para que la casa este llena de juguetes tirados, o nuestros hijos sentados todo el día frente a la tv o el computador, entendemos que nuestros hijos cuando se sumergen en el mundo de los juegos ya sean estos electrónicos o no, se olvidan del paso del tiempo, pero debemos negociar con ellos un horario de vacaciones en el cual se contemple el juego, la lectura y la organización de su área de estar ya sea la terraza, habitación o marquesina, la comunicación es muy importante y en este periodo debemos tratar de reforzarla hay que expresarles la gran alegría que tenemos de que estén en casa y hacerles participes de lo desagradable que es para nosotros como padres regresar cansados de trabajar y encontrar la casa hecha un desastre.
Se recomienda a los padres que faltando una o dos semanas para el inicio de las clases, comiencen con sus hijos a confeccionar o retomar sus horarios de estudio y de dormir, para que el inicio no les sea tan pesado, sobre todo compartir con ellos en cuanto a las expectativas que tienen del nuevo curso o grado que iniciaran.
Si nos regaláramos la oportunidad de recordar junto a nuestros hijos, como eran la vacaciones en nuestros tiempos, lo únicas e inolvidables que eran. Con cuanto fervor las esperábamos durante todo el año, ya fuera para viajar al interior a montar caballos, volar chichiguas, compartir con los abuelos, pasar unas semanas en casa de una prima o amiga adorada, mientras que otros las pasaban fuera del país, pero sin importar el lugar a donde íbamos debemos reconocer que nuestras vacaciones siempre eran las mejores porque ellas nos dejaban anécdotas de nuestras travesuras y juegos para recordar todo el año.
En nuestros país existen muchas alternativas vacacionales: entre ellas los campamentos ya sean estos en un lugar apartado de la ciudad donde los niños además de hacer sus comidas amanecen o de otra modalidad en la que son recogidos en la mañana en la casa y devueltos en la tarde, los campamentos estimulan en nuestros niños múltiples capacidades intelectuales, motoras y sociales, pues en estos aprenden la importancia del trabajo en equipo, asumen compromisos en cuanto a deberes, ponen en práctica la tolerancia, enfatizan la importancia de la convivencia, empero para los que desean otro tipo de actividades están los talleres que ofrecen diversos institutos de danza, pintura, idiomas, manualidades entre otras muchas ofertas. Estos son una buena oportunidad para motivar el aprendizaje artístico de nuestros niños y adolescentes, pues estos intensivos por lo regular son ofertados en tandas de 4 o 5 horas diarias, y para los que deben reforzar alguna área especifica como matemática, caligrafía u otras asignaturas que durante el periodo escolar les presentaron dificultades están las salas de tarea. Es propicio motivar a nuestros hijos para que equilibren las vacaciones entre el juego, la lectura y otras actividades.
Las vacaciones no se deben convertir en una excusa para que la casa este llena de juguetes tirados, o nuestros hijos sentados todo el día frente a la tv o el computador, entendemos que nuestros hijos cuando se sumergen en el mundo de los juegos ya sean estos electrónicos o no, se olvidan del paso del tiempo, pero debemos negociar con ellos un horario de vacaciones en el cual se contemple el juego, la lectura y la organización de su área de estar ya sea la terraza, habitación o marquesina, la comunicación es muy importante y en este periodo debemos tratar de reforzarla hay que expresarles la gran alegría que tenemos de que estén en casa y hacerles participes de lo desagradable que es para nosotros como padres regresar cansados de trabajar y encontrar la casa hecha un desastre.
Se recomienda a los padres que faltando una o dos semanas para el inicio de las clases, comiencen con sus hijos a confeccionar o retomar sus horarios de estudio y de dormir, para que el inicio no les sea tan pesado, sobre todo compartir con ellos en cuanto a las expectativas que tienen del nuevo curso o grado que iniciaran.
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