Por:
Ysis Yisselle Montero Soto
Alma Arabela Medrano Montero
Vemos que con el
transcurrir de los tiempos los valores y costumbres de los niños y los jóvenes
de nuestra sociedad han cambiado.
Ahora nos
encontramos con niños y jóvenes que muestran un comportamiento inadecuado en su
familia, en la escuela, en la sociedad. Ante esta situación es que surge la
interrogante ¿de quién es la culpa? Porque es más fácil buscar culpables que
buscar y asumir soluciones.
La sociedad dice
que la culpa es de la familia; la familia dice que la culpa es de la escuela y
de la sociedad; y la escuela culpa a la familia.
Entonces ¿de
quién es la culpa?
La finalidad de
este artículo no es señalar, juzgar ni buscar culpables, sino más bien motivar
a la familia y la escuela para que cada una desde su espacio asuma el rol que
le corresponde en la formación y adquisición de los principios morales que los
niños y jóvenes necesitan para vivir en sociedad de una manera digna y
honorable.
La familia es la
primera escuela, ya que es allí donde se adquieren los valores, y las normas de
convivencia que el niño necesita para vivir en sociedad.
Es
responsabilidad de la familia no solo enviar a sus hijos a la escuela y
procurar que apruebe el grado, sino también que adquiera hábitos de trabajos, y
una disciplina positiva.
Debe formar al
niño en actividades de la vida diaria como el aseo personal, asignarles
responsabilidades en el hogar, como ordenar su habitación, recoger sus cosas,
entre otros etc.
También es
importante que el joven aprenda a convivir en sociedad, a interactuar con otros
jóvenes, a jugar, a hacer amistades y a desarrollar valores como el respecto,
la generosidad, la tolerancia, la colaboración, entre otros.
Es la escuela
entonces un complemento de vital importancia para el desarrollo personal y
cognitivo de nuestros niños y jóvenes, ya que no solo le proporciona una
formación y preparación académica si no también afectivo y moral.
Por tanto, es
fundamental que entre ambas (la familia y la escuela) exista una especie de
simbiosis que dé como resultado el joven que la sociedad requiere y necesita
una persona íntegra.
Esperamos
querido lector que el objetivo de este artículo se logre en tu vida y en la de
los tuyos.
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