viernes, 17 de marzo de 2017

¿De quién es la culpa?

Por:
Ysis Yisselle Montero Soto
Alma Arabela Medrano Montero

Vemos que con el transcurrir de los tiempos los valores y costumbres de los niños y los jóvenes de nuestra sociedad han cambiado.
Ahora nos encontramos con niños y jóvenes que muestran un comportamiento inadecuado en su familia, en la escuela, en la sociedad. Ante esta situación es que surge la interrogante ¿de quién es la culpa? Porque es más fácil buscar culpables que buscar y asumir soluciones.
La sociedad dice que la culpa es de la familia; la familia dice que la culpa es de la escuela y de la sociedad; y la escuela culpa a la familia.
Entonces ¿de quién es la culpa?
La finalidad de este artículo no es señalar, juzgar ni buscar culpables, sino más bien motivar a la familia y la escuela para que cada una desde su espacio asuma el rol que le corresponde en la formación y adquisición de los principios morales que los niños y jóvenes necesitan para vivir en sociedad de una manera digna y honorable.
La familia es la primera escuela, ya que es allí donde se adquieren los valores, y las normas de convivencia que el niño necesita para vivir en sociedad.
Es responsabilidad de la familia no solo enviar a sus hijos a la escuela y procurar que apruebe el grado, sino también que adquiera hábitos de trabajos, y una disciplina positiva.
Debe formar al niño en actividades de la vida diaria como el aseo personal, asignarles responsabilidades en el hogar, como ordenar su habitación, recoger sus cosas, entre otros etc.
También es importante que el joven aprenda a convivir en sociedad, a interactuar con otros jóvenes, a jugar, a hacer amistades y a desarrollar valores como el respecto, la generosidad, la tolerancia, la colaboración, entre otros.
Es la escuela entonces un complemento de vital importancia para el desarrollo personal y cognitivo de nuestros niños y jóvenes, ya que no solo le proporciona una formación y preparación académica si no también afectivo y moral.
Por tanto, es fundamental que entre ambas (la familia y la escuela) exista una especie de simbiosis que dé como resultado el joven que la sociedad requiere y necesita una persona íntegra.

Esperamos querido lector que el objetivo de este artículo se logre en tu vida y en la de los tuyos.

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