jueves, 16 de marzo de 2017

La familia como espina dorsal de la sociedad

Por:
Santa Betina Aybar Carvajal                                                                                       Rebeca Esmirna Morrobel Arias

Mientras esperaba para entrar a consulta, escuche una madre comentar que en su casa habían recibido algunos daños eléctricos y tal razón llevo a la familia a compartir mayor tiempo juntos y utilizar algunos juegos tradicionales que les permiten disfrutar de otras formas en unidad dado que algunos de los aparatos electrónicos están dañados y otros descargados.
Esta conversación nos hizo recordar, analizar y al mismo tiempo observamos como los tiempos han cambiado y la familia sigue siendo el dorso espinal de la sociedad, aunque cada una tenga su propia dinámica de actuación. Y para definir la familia como espina dorsal de la sociedad, la ejemplificamos con la parte que sostiene el cuerpo humano, la columna vertebral o columna dorsal, la cual está formada por la superposición de 33-34 huesos cortos, llamados vértebras que forman un estuche a la médula espinal. Sin esta columna dorsal estaríamos paralíticos, no podríamos estar ni un segundo de pie por lo que nuestro sostén sería una silla de ruedas, una cama o el piso.

Planteamos que de igual manera la familia como un holón de la sociedad, formada por una columna que está sustentada por los valores [ Amor, fe, responsabilidad, respeto, igualdad, equidad, honestidad, integridad, solidaridad etc.) que serían las vértebras quienes formarían el estuche de la sociedad, en los cuales se reflejarían las fortalezas de nuestras familias. En cambio, en una familia sin estos valores veríamos una sociedad que sería el estuche o la médula espinal en decadencia ya que estos son los que fortalecen y ayudan a mantener una sociedad sana y de pie.  

No olvidemos que Dios es el formador o creador de la familia, si damos la espalda a Dios nuestras vertebras estarán en decadencias lo que hará que nuestras familias caigan en cama o al piso como penosamente vemos caer nuestros jóvenes en muchas ocasiones… el deseo de Dios es volver a restaurar nuestra espina dorsal con mira hacia El ya que somos la fortaleza de una sociedad formada por el y para el. 

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