Por: Noemí Duarte Castillo
“Todo conflicto es
fundamentalmente contradicción, discrepancia, incompatibilidad y antagonismo”
Aisenson Kogan.
¿Por qué cuando se
escucha la palabra conflicto se piensa en algo negativo? Si el conflicto
aparece porque se tiene la oportunidad de otra opción. Los conflictos no tienen edad, sexo, ni color.
Es parte de nuestra existencia como seres humanos y están presente en el día a
día. ¿Quién podría decir, nunca me he encontrado en contradicción alguna? A
veces los conflictos pueden generarse dentro de uno mismo(intrapersonal) y en
otras ocasiones con las personas que nos rodean(interpersonal) ya sean en la casa,
el trabajo o los estudios. Generando situaciones de tensión, enojo, agresión,
sumisión, entre otros.
En momentos de
conflictos las creencias personales juegan un papel muy importante. De acuerdo
con ellas podemos percibir lo que ocurre con nosotros y los demás. Suelen
poseer un poder enceguecedor que nos impedirán ver una ventana a la salida o se
convertirán en una puerta que obstruya el acceso a las posibles soluciones. Es
peligroso querer imponer el propio sistema de creencias, las cuales suelen ser
la génesis de la desavenencia. Aunque no es recomendable sacrificar los valores
personales en busca de una solución.
El ideal sería que se
viera la discrepancia como una oportunidad y no como una fuente de producción
de emociones negativas. Mientras buscamos solución a un conflicto hay que tener
cuidado con potenciales enemigos. un primer enemigo seria, la necesidad de dar
nuestro punto de vista primero. El
segundo es la reticencia para escuchar, el tercer es el temor. Temor por no
podernos salir con la nuestra. Por último, el cuarto enemigo es la presunción, que
uno de nosotros tiene que perder si el otro va a ganar. ¿Cuánto ganaríamos si nos dispusiéramos a
escuchar? ¿Qué se gana cuando nos salimos con la nuestra?
Se aporta poco a la
situación conflictiva cuando adoptamos una actitud de arrogancia. Creer ser
superior al otro, hay que considerar que la otra persona no entiende nada.
Podría generar en la otra parte una predisposición. Negar la existencia del conflicto no hace que
este desaparezca, mucho menos suprimirlo.
¿Qué hacer si ya eres
parte de un conflicto? Trate de
comprender y luego ser comprendido. Esto es que escuche a la otra persona
primero luego veras, como esta estará dispuesta a escuchar tus razones. Otra
sugerencia seria negociar sin ceder. Aquí las partes en desavenencias se
enfocan en sus necesidades y no en sus posiciones. Las necesidades deben ser
atendidas las posiciones no. Si se
intenta mantener las posiciones el conflicto solo incrementaría.
Los conflictos son algo común. No deben ser visto como algo negativo, cuando se discrepa podemos ver distintos puntos de vista y llegar a un común acuerdo. Hay que recordar que los conflictos tienen solución y es saludable no verlos como algo personal, permitiendo que vulnere nuestra salud emocional. Es recomendable la escucha activa, el uso de un lenguaje adecuado, en casos necesarios buscar la ayuda de un mediador.
1 comentario:
muy buen artículo
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