Por:
Pablo Roberto Serrano Castro
Mucho se ha escuchado hablar sobre orientación
vocacional o mejor dicho sobre la carrera que ha de elegir un estudiante cuando
termina la educación secundaria o el bachillerato como comúnmente se dice, es
muy frecuente dejar para el final del último curso de secundaria (6to) lo que
antes era cuarto de bachillerato la parte formativa o informativa para motivar
a los adolescentes y jóvenes para elegir una carrera y lo que es más, en la
universidad se inicia con un proceso de orientación vocacional a ver si el
estudiante está realmente preparado para la carrera que eligió.
Pero desde el Ministerio de Educación de la República
Dominicana (MINERD) y la unidad de orientación y psicología se ha abordado el
tema en un dosier que desarrolla el proceso de seguimiento y acompañamiento a
los estudiantes en la orientación vocacional, dicho proceso de orientación,
según el dosier, inicia desde los primeros años de educación de los niños y
niñas en el cual se trabaja el conocimiento de sí mismos, las motivaciones, su
entorno social y familiar y se van identificando las tareas a las que son
tendentes mediante diversas actividades lúdicas, danza, dramatizaciones,
lecturas de cuentos, elaboración de cartas, práctica de deportes, la
manipulación de la tecnología, de compartir experiencias y de relación de la
realidad con las acciones que van realizando.
Continua el proceso en la educación primaria en donde
los estudiantes se van identificando consigo mismos y relacionándose con su
entorno hasta llegar a la educación secundaria para recibir orientaciones
pertinentes a la edad y poder optar por asignaturas por las que se sientan
atraídos y motivados, que sean propias de su oficio y que activen su sistema
límbico para la acción.
En el proceso de orientación vocacional, continua el
dosier, entran en acción y acompañamiento todos los actores del sistema
educativo, los docentes que son lo que acompañan más de cerca a los
estudiantes, el equipo de gestión que genera las acciones administrativas y
pedagógicas, tan importantes como los recursos gastables y tecnológicos que
facilitan a los estudiantes llevar de manera adecuada su proceso hacia la
identificación con una carrera u oficio específico, de igual modo el personal
administrativo y de apoyo que sirve de observador y motivador de las destrezas
de los estudiantes en el día a día de la escuela; de este proceso serio forman
parte importante las familias la cual va acompañando al niño, niña, adolescente
y joven en consonancia con la escuela y de igual manera los organismos de
participación que acompañan en acciones extracurriculares que motiven la
orientación vocacional.
Para que dicho proceso de orientación vocacional se
lleve a cabo de manera efectiva se necesita la organización en varias etapas,
la primera es la definición del proceso de orientación vocacional en el PEC,
luego el diseño de ese proceso de acompañamiento desde la unidad de orientación
y psicología, el involucramiento de los organismos de participación en el
proceso de organización e implementación de la orientación vocacional, llevar a
cabo el desarrollo de las estrategias necesarias para eficientizar el proceso
de orientación vocacional, la sistematización del proceso y su posterior
evaluación.
La orientación vocacional es un proceso sistemático
que no se logra solo con una taller o una charla, sino que se va forjando, como
se ha dicho, desde los primeros años de escuela, cuando el estudiante llega a
los grados de secundaria debe ir organizando sus ideas y esto se hace a través
de la elaboración de proyectos de vida, trazado de metas a corto, mediano y
largo plazo y con el acompañamiento, el diálogo y la orientación de sus
docentes, psicólogos, directores, padres, tutores, realización de ferias y
actividades con las familias, visita a centros de educación superior y técnico
profesional para el desarrollo de las competencias necesarias para la elección
de una carrera que sea su verdadera vocación de servicio y sustento.
Es tarea de toda la comunidad educativa y sobre todo
de la unidad de orientación y psicología enfocar la orientación vocacional
desde las diferentes teorías como son la conductista mediante la cual se ajusta
a un trabajo descrito a partir de una lista de tareas claramente especificadas
que describen acciones muy concretas y significativas, la atribucional por
medio de la cual Se centra en los aspectos más sobresalientes de las personas,
que son cruciales para una actuación efectiva, y enfatiza las características
más transferibles, aplicables a muchas o a casi todas situaciones laborales y
la holística que integra y relaciona atributos con tareas, a la vez que incluye
la sucesión simultánea de una serie de acciones intencionales, que tienen en
cuenta el contexto y la cultura del lugar de trabajo donde se llevan a cabo.
El presente dosier motiva la tarea de la orientación
vocacional en las escuelas y la enrumba por el camino propicio para lograr que
desde la educación inicial y antes de terminar la secundaria todos los
estudiantes puedan discernir en torno a la carrera que desean estudiar y que la
misma sea ejercida con vocación, como un llamado al servicio y al sustento, con
sentido humano.
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