sábado, 1 de mayo de 2021

Mi Autoestima, conformándola y manteniéndola

 

Por.

Yoselyn Tiburcio 

y Vickiana Valenzuela.

 

Dios nos da la vida y con la fidelidad a Él, tallamos el gran ser adaptable y justo…

 La mente y la actitud se desarrolla en las diferentes etapas de nuestras vidas, las realidades y situaciones que se presenten desde su pequeña sociedad que es la familia hasta llegar a un entorno más complejo que es la sociedad misma, con su idiosincrasia y cultura. La capacidad de pensar, de tomar decisiones de vida y de búsqueda de la felicidad se convierten en una panorámica holística de como debe forjar una actitud hibrida ante las situaciones que les toque enfrentar con el paso del tiempo. Es valentía de dar sabias respuestas, que conforman un ser adaptable y justo ante la vida que sea o quiere vivir.

La autora Nathaniel Branden, nos convence en su texto de que la confianza en nuestra capacidad de pensar, en nuestra capacidad de enfrentarnos a los desafíos básicos de la vida y el carácter de nuestras actitudes permiten establecer una autoestima alta o baja, pero con el aprendizaje y la confrontación de su aspecto biopsicosocial la autoestima se puede inclinar el equilibro del ser.  La autoestima consiste en valorar y reconocer lo que uno es y lo que puede llegar a ser en la vida. Cabe mencionar que la resiliencia es la capacidad que un ser humano construye con el paso de su realidad y puede usarlo de manera positiva ante la vida y forjarse un buen destino. Entendiendo que se debe producir un pensamiento positivo que va a generar acciones en su vida para darle paso a ese pensamiento, dando paso a los buenos hábitos que van generando a una personalidad integral y madura. En definitiva, esto conllevara a un destino distinto al que le tocó vivir, es cuando decimos que fue una persona resiliente…

Se puede claro que sí, estamos hecho para cambiar y adaptarnos.

Branden, plantea varias claves para alcanzar una buena autoestima: juicio personal, aceptación de uno mismo, aspecto físico, patrimonio psicológico, entorno socio-cultural, el entorno laboral, evitar la envidia o compararse con los demás, desarrollar la empatía, el ponerse en el lugar del otro, hacer algo positivo por los demás. Evidentemente que cada una de estas menciones generan una actitud positiva en consecuencia de los buenos aprendizajes que generan una actitud resiliente y con una mirada más empática desde su yo integral y así poder encarar las realidades.  

 

La autoestima verdadera, se logra como parte de un aprendizaje y las experiencias que la vida va generando en ti. La autora nos plantea los siguientes factores: La autocrítica genera los niveles de madurez. La responsabilidad de asumir acciones, actitudes y hábitos que den paso a la personalidad estable y madura que le dará un destino bueno y diferente. El respeto hacia sí misma construye una personalidad más holística. La autonomía de tomar sabias decisiones apropiada a crecer en su entorno. La relación de la autoestima y la calidad de vida debe ser su dos buenos norte que les permitan afrontar los desafíos que todos en la tierra debemos asumir y continuar el ciclo de vida.

En definitiva, todos estos elementos ante mencionados, nos invita hacer una gran pregunta. ¿Por qué es importante desarrollar la autoestima? La respuesta pareciera simple en función de lo que se ha planteado, pero no, no es tan fácil entre líneas, es necesario generar un análisis desde una mirada humana a cada ser humano. Es la gracia de nuestro creador y la semilla de fe en ideas, pensamiento y palabras empoderada que van a tallar gramos resilientes en cada uno para generar un destino único, empoderado y admirable. Evidentemente que si no se cuenta con experiencias de aprendizaje arraigado en la fe de nuestro creador o de la convención de Dios que se tenga nos llevará a una autoestima desatapada o poco equilibrada.

Gracias a elementos sobre naturales en nuestro camino nos encontramos con agentes protectores o lideres que transmiten fortaleza y aprendizajes que marcan nuestras vidas para bien…  

Cita Bibliográfica.

BRANDEN, Nathaniel, 1995, Los seis pilares de la autoestima, Barcelona: Paidós, ISBN: 978-84-493-0144-5, p. 40.

1 comentario:

Nathalie Aybar dijo...

Muy de acuerd con su punto de vista

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