Por:
Evelyn Marte Portes
El tema de la orientación vocacional en República Dominicana
es muy abarcador, ya que les permite al orientado a mirarse desde sus propias
perspectivas a construir su propio proyecto de vida y a tomar en cuenta sus capacidades,
habilidades, virtudes, cualidades y sobre todo sus competencias para la
realización de su vida profesional futura. Hablar de orientación vocacional en
nuestro país nos lleva a profundizar sobre el buen funcionamiento de los
procesos que trascienden durante toda la comunidad educativa, dando una mirada
a todos los organismos que colaboran para que todos los niños, adolescentes y
jóvenes de nuestros centros educativos puedan enfrentar las distintas
realidades que se les presentan en el diario vivir.
Los organismos que tienen que participar de manera
directa con los orientados deben de diseñar sus propios lineamientos, para el
apoyo y acompañamiento que deben brindar a estos orientados para la
construcción de su propio proyecto de vida.
Para el sistema educativo dominicano el primer paso se
encuentra en el nivel inicial, para generar y promocionar las capacidades y
habilidades de los niños y niña que les permitan explorar destrezas y
experiencias vividas desde sus compañeros escolares, familias y comunidad,
dando paso este al nivel primario que es donde se generan los espacios para las
competencias, favoreciendo al niño o niña reconocerse y valorarse como persona.
Debemos tomar en cuenta siempre que la orientación
vocacional en el nivel secundario se basa en la construcción del
autoconocimiento. Nuestros adolescentes están viviendo una vida con grandes desafíos,
por lo que necesitan enfocarse con pensamientos reflexivos a la hora de elegir
su carrera.
Cabe destacar también que las competencias de una
persona profesional deben de estar conectada en el saber, saber estar, saber
hacer y saber ser para poder desarrollarse en el mercado laboral con mayor
éxito y un mejor desempeño que les permita realizarse como personas productivas
en la sociedad.
Es un compromiso del MINER apoyar estos procesos
orientados desde la cotidianidad de los centros educativos favoreciendo a los
estudiantes en el desarrollo de competencias y valores que será de gran
utilidad para crear conciencia de si mismo.
Además, cada centro educativo tiene obligación de crear esos espacios
para dar respuestas a cada orientado y de suplirles respuestas a sus
inquietudes guiándolos por el mejor camino que los conduzca a la búsqueda de la
conquista para su proyecto de vida; al igual que las familias deben acompañar a
sus hijos e hijas a la construcción de una buena identidad personal en la cual
se sientan capaz de responder a los desafíos que les presenta la vida.
En conclusión, la orientación vocacional solo se da si
entregamos la vida y somos capaces de salir de nosotros mismos y dejar que sea
el propio ser que elija lo que nos permita estar bien consigo mismo, es por
esta misma razón que les recomendamos a los jóvenes a buscar orientaciones a la
hora de decidir por su proyecto de vida.
“No importa lo que decidas hacer, asegúrate de que te haga feliz”
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