Por:
Leocarina Brito Jimenez
El termino resiliencia
procede del latín, de resilio (resalio), que significa sobreponerse a momentos
críticos, valorar a saltar, rebotar, reanimarse, fue implementado en la década
de los 80 por el psiquiatra y psicoanalista BORIS CYRULNIK.
Una persona resiliente no
significa no sentir dolor, malestar o no encontrar dificultades antes la vida.
Una persona resiliente es realista, cualquier golpe que le da la vida no lo
desestabiliza, lo asumen y lo utiliza para mejorar su vida.
La resiliencia en la
educación
Algunos investigadores
destacan la importancia de la educación formal y de los maestros en la
construcción de la resiliencia y de los alumnos procedentes de un entorno
desfavorable y en riesgo social .es importante que todos los que forman parte
de la comunidad escolar, afronten decididamente los nuevos retos de la
educación actual y que desarrollen dinámicas educativas que ayuden a formar
personas capaces de colaborar activamente en la sociedad.
La escuela de hoy reconoce
las diferentes diversidades de la realidad social, de los alumnos, de los
maestros. Diversos estudios han destacado el papel de la escuela, el maestro, y
las experiencias escolares en la construcción de la resiliencia.
La escuela tiene un alto
rango de autonomía en la educación de los niños, tanto el éxito como el fracaso
de los alumnos, están afectados por factores que remiten directa o indirecta el
contexto familiar.
Desde una perspectiva del
desarrollo humano (Rutter) nos dice que la resiliencia no es una característica
que uno nace o que adquieren ciertos niños, sino un conjunto transformaciones
sociales que facilitan tener una vida sana” en un medio insano.
El enfoque de la resiliencia
es diferente a la perspectiva del riesgo, porque piensa que existe en todas las
personas y toda situación de la vida un punto de apoyo.
Para fortalecer la
resiliencia debemos tomar en cuenta:
• Establecer relaciones de
apoyo con la familia.
• Aceptar el cambio ya que es
parte de la vida.
• Cultivar una visión positiva
de uno mismo.
• Hacer meditación.
• Hacer yoga.
Una persona resiliente tiene
los beneficios de, sabe hacer frente a una situación, goza de mejor salud
física y mental.
Hoy en día la resiliencia
depende de en qué medidas nos sentimos valorados, queridos y aceptados por
otros y en qué medidas nos valoramos, queremos y nos aceptamos a nosotros
mismos. En estos tiempos que estamos viviendo tanta incertidumbre ser
resiliente no significa no sentir dolor, malestar, o no encontrar dificultades
ante las diversidades, pero lo asumimos y los utilizamos para mejorar nuestra
vida, convivir con la familia y aunque sea de manera virtual trabajar el
desarrollo socioemocional.
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