Por.
Magalys Mejia
Ruddy Lania Disla
Ruddy Lania Disla
La diversidad es una característica intima de los grupos humanos, ya que
cada persona tiene un modo especial de pensar, de sentir y de actuar,
independientemente desde el punto de vista evolutivo existan unos patrones cognitivoslingüístico,
sensorio-motrices, sociales, afectivos y conductuales con ciertas semejanzas.
En este orden la, UNESCO (1994) sostiene la
diversidad como realidad social y educativa debe ser considerada en si misma
como un elemento enriquecedor. La creciente pluralidad sociocultural constituye
una variable que favorece una escuela integradora y plural, en la medida en que
esa pluralidad sirva para la educación en la tolerancia y el conocimiento
mutuo.
Por lo antes expuesto se considera de gran
importancia la atención a la diversidad con la finalidad de eliminar las
barreras que impiden algunos niños participar de manera igualitaria en la
educación integrándole con su grupo de compañeros.
Por su parte, la ley general de educación en
su artículo 67 indica en el proceso educativo se aplicara la educción educativa
a los educandos. El rendimiento escolar del alumno y el desarrollo de su personalidad
serán objetos de espacial y permanente atención en función de los múltiples
factores que influyen en el. Es decir, desde el sistema educativo se da soporte
legal a la atención de niños (as) dominicanos.
En el marco de la atención a la diversidad,
se considera como alumnado, con necesidades educativas específicas, temporales
o permanentes, a aquel que requiere una atención específica derivada de
factores personales y/o sociales, relacionado con situaciones que requieren
actuaciones de compensación educativa, necesidades educativas especiales
asociadas a discapacidades físicas psíquicas, sensoriales o a graves trastornos
de la personalidad o de conducta.
Así mismo podrá requerir una atención específica
el alumnado con graves retrasos o trastorno del desarrollo, o graves trastornos
de la comunicación y el lenguaje.
Desde esta perspectiva cambiando la
organización de la escuela, se pueden aplicar prácticas educativas inclusivas
de forma afectiva. La cultura y las políticas de la escuela deben estar reflejadas
en la organización de las practicas escolares inclusivas, asegurando que tanto
las actividades escolares como las extras escolares promuevan la participación
de todos los miembros de la comunidad educativa, también se deberán desarrollar
las políticas especifica que se orienten a la introducción de objetivos
explícitos para promover la inclusión en la planificación y en la gestión de la
escuela.
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