martes, 16 de mayo de 2017

La atención a la diversidad: un desafío pedagógico

Por Ynocencia Vega Ynoa
                                                                                                                                                                      y
Dominga Balbuena

El aprendizaje es un proceso continuo de adquisición de conocimientos que va desde muy temprana edad y se extiende  a lo largo de toda la vida. Este se adquiere en los diversos contextos en que se desenvuelve el sujeto, incluyendo en situaciones formales de educación. En este proceso, podrían generarse condiciones genéticas, psicosociales y/o ambientales que boicoteen su desarrollo, generando un desafío para quienes intervienen en estos sujetos, pues requerirían de una asistencia individualizada, es decir, de una atención a la diversidad. En este caso  hablaremos de este fenómeno en el ámbito de la educación formal, para destacar el rol de las entidades  educativas frente a este reto.
En palabras de Silva (2007), la atención a la diversidad es todas aquellas características excepcionales de los alumnos provocadas por diversos factores que requieren una atención especializada para que todo el alumnado alcance el mismo aprendizaje. En ese mismo orden, para Ruiz (2010), esta incluye las dificultades de aprendizaje, discapacidades físicas, psíquicas, y sensoriales, las minorías étnicas, etc.
La atención a la diversidad es un  conjunto de acciones educativas que se llevan a cabo para enfrentar las dificultades de aprendizaje en los discentes y para responder a las necesidades temporales y/o permanentes de los mismos. Cada alumno presenta  necesidades educativas individuales, independientemente de su condición; ya sea por estar o no debajo del nivel del grupo, por su comportamiento inadaptado, su situación emocional, así como por otras razones que puedan conducir a un desequilibrio en sus vidas.
Resulta imprescindible el rol de los docentes, ya que son los entes más indicados para detectar y realizar acciones que puedan responder a las distintas situaciones y dificultades que puedan presentar los alumnos en sus aulas. Pero en la mayoría de los casos, estos no cuentan con la preparación para responder a dichas necesidades, por lo que recurren al auxilio de psicólogos u orientadores educativos en los centros escolares.

Finalmente, podemos decir que atender a la diversidad implica que el docente planifique sus clases de una forma heterogénea tomando en cuenta el nivel de adquisición del conocimiento de cada alumno, hacer adecuaciones curriculares, asesoramiento y tutorías individualizadas, en fin, que brinde a cada alumno las oportunidades necesarias para adquirir los conocimientos y habilidades para adaptarse, crear y recrear el mundo en el que se desenvuelven.

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