Por Ynocencia Vega Ynoa
y
Dominga Balbuena
El
aprendizaje es un proceso continuo de adquisición de conocimientos que va desde
muy temprana edad y se extiende a lo
largo de toda la vida. Este se adquiere en los diversos contextos en que se
desenvuelve el sujeto, incluyendo en situaciones formales de educación. En este
proceso, podrían generarse condiciones genéticas, psicosociales y/o ambientales que
boicoteen su desarrollo, generando un desafío para quienes intervienen en estos
sujetos, pues requerirían de una asistencia individualizada, es decir, de una atención a la diversidad. En este caso
hablaremos de este fenómeno en el ámbito
de la educación formal, para destacar el rol de las entidades educativas frente a este reto.
En
palabras de Silva (2007), la atención a la diversidad es todas aquellas características
excepcionales de los alumnos provocadas por diversos factores que requieren una
atención especializada para que todo el alumnado alcance el mismo aprendizaje.
En ese mismo orden, para Ruiz (2010), esta incluye las dificultades de
aprendizaje, discapacidades físicas, psíquicas, y sensoriales, las minorías
étnicas, etc.
La
atención a la diversidad es un conjunto
de acciones educativas que se llevan a cabo para enfrentar las dificultades de
aprendizaje en los discentes y para responder a las necesidades temporales y/o
permanentes de los mismos. Cada alumno presenta
necesidades educativas individuales, independientemente de su condición;
ya sea por estar o no debajo del nivel del grupo, por su comportamiento
inadaptado, su situación emocional, así como por otras razones que puedan
conducir a un desequilibrio en sus vidas.
Resulta
imprescindible el rol de los docentes, ya que son los entes más indicados para
detectar y realizar acciones que puedan responder a las distintas situaciones y
dificultades que puedan presentar los alumnos en sus aulas. Pero en la mayoría
de los casos, estos no cuentan con la preparación para responder a dichas necesidades,
por lo que recurren al auxilio de psicólogos u orientadores educativos en los
centros escolares.
Finalmente,
podemos decir que atender a la diversidad implica que el docente planifique sus
clases de una forma heterogénea tomando en cuenta el nivel de adquisición del
conocimiento de cada alumno, hacer adecuaciones curriculares, asesoramiento y
tutorías individualizadas, en fin, que brinde a cada alumno las oportunidades
necesarias para adquirir los conocimientos y habilidades para adaptarse, crear
y recrear el mundo en el que se desenvuelven.
No hay comentarios:
Publicar un comentario