Por: Carmelo Radhames López Jiménez
Acorde con el currículo dominicano, el rendimiento escolar
del alumno y el desarrollo de su personalidad serán objeto de especial y permanente
cuidado en función de los múltiples factores que inciden en él. Se tomará en
cuenta entre ellos las condiciones socioeconómicas, la formación previa del
educando, el contexto, las características de los alumnos y las motivaciones
que los animan.
Sin embargo, en las zonas rurales de nuestro querido San
Francisco de Macorís adolecemos de un servicio educativo de calidad y sobre todo de un trabajo
sociocumitario que permita identificar la real necesidad de nuestra familia y
esto hace más difícil la realidad de una verdadera atención a la diversidad.
Lo ante dicho, puede llevarnos a preguntar ¿es que no existe una planificación y una
visualización de la educación para
nuestras zonas? O ¿es que el
estado al no tener una política económica de proyección comunitaria tampoco
posee un proyecto educativo para los misma? ambas interrogantes, son
preocupantes y mientras unos se preocupan vanamente nuestras comunidades, se
atrasan y nuestros estudiantes viven la quimera del progreso un progreso que
muchas veces no se proyecta en un sano equilibrio con el proyecto familiar y el
proyecto de vida de nuestros estudiantes de la zona rural. En definitiva, no
podemos enseñar a vivir mejor si no les damos las herramientas para que los
mismos tengan una mejor condición de vida.
Pueda que los pocos
docentes de la zona rural, ya sean del área de psicopedagogía o no tengan la recta intención de realizar un
excelente trabajo, más aquí no vale el
dicho que reza “la intención es lo que
cuenta” ¿porque no? Porque con la intención no se come, ni se va al
mercado, se necesita una formación
previa del educando, el contexto, las características de los alumnos y las
motivaciones que los animan, que se promuevan las familias y consigo a la clase estudiantil de nuestras zonas.
Es importante saber que, para que podamos ofrecer una
verdadera y significativa atención a la diversidad debemos de tener presente
que no todo depende del estado y ni siquiera de nuestros estudiantes sino, que
todos debemos hacer un esfuerzo y colabóranos uno con el otro para hacer
posible el sueño de los moradores de nuestras zona rural.
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