Por:
Noelia Isabel
Canela Jimenez
Erika Roldania Caminero Cruz
La desintegración
familiar, la falta de valores y la violencia en la sociedad están llevando a
los niños, adolescentes y jóvenes a cometer hechos de rechazo y violencia en
contra de sus compañeros, muchas veces en contra de los más débiles y
desamparados.
Los agresores, en
la mayoría de los casos, son estudiantes que no tienen el control de sus
padres, además ven programas, escuchan canciones y juegan vídeo juegos no
apropiados ni para su edad y mucho menos para un desarrollo sano; también se
enfrentan a las más compañías y malas conductas y ejemplos que aprenden en la
calle. Todo esto lo revierten en sus
aulas en contra de de inocentes que nada tienen que ver con sus condiciones de
vida.
Hay casos que son
alumnos que reciben mal tratos de diversa índole y llegan agresivos a la
escuela y pagan que los que se encuentran a su paso. Esto se agrava con la indiferencia y falta de
atención de algunos profesores y del departamento que debe tratar de manera
directa estos casos.
Este tema es
fundamental para prevenir que el acoso se manifieste en la escuela y para
salvaguardar la salud psicológica y emocional en los estudiantes.
De acuerdo con el
autor Gutiérrez Gutiérrez, el acoso escolar son las ofensas, el maltrato tanto físico como
verbal, que se da en variadas situaciones y lugares y que lleva a los acosados
a la desesperación, al desgano, por ende al poco rendimiento escolar. Lo peor del caso es que puede darse por un
estudiante o varios en desventaja de uno solo.
El acoso puede ser
psicológico, es muy peligroso porque este se deriva de amenazas, con la mirada,
con los gestos, finalmente con las agresiones físicas que ocasionan mucho temor
y el aislamiento de las víctimas.
El responsabilidad
directa de los docentes y de los organismos competentes estar alertas y
establecer las medidas correctivas que se lograrán tomando las medidas
siguientes:
·
Observación continua de los alumnos.
·
Seguimiento a sus conductas tanto en el aula como en
los recesos.
·
Entrevista con los padres y tutores.
·
Reuniones con los padres y las unidades de psicología
y orientación.
·
Informar al equipo de gestión del centro sobre
cualquier anomalía.
·
Respetar, valorar y hacer respetar las diferencias
particulares de los alumnos.
·
Visitar los alumnos a sus hogares, conocer sus
realidades.
·
Impartir charlas con expertos.
·
Propiciar un ambiente lúdico y agradable en el aula.
·
Aplicar test psicológico sobre el tema
·
Solicitar a los estudiantes que aporten con sus
propias ideas a la erradicación del acoso escolar tanto en la escuela como en
su comunidad.
BIBLIOGRAFIA
·
Gutiérrez Gutiérrez , A. P. : El acoso escolar, en Contribuciones a las
Ciencias Sociales, marzo 2009. www.eumed.net/rev/cccss/03/apgg2.htm
·
Experiencias propias de la vida
escolar diaria.
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