Por: Eladia Tejeda
La resiliencia
comunicatoria de la que hemos sido testigos, a través de los años contemplando
los diferentes desastres naturales que han sufrido países vecinos, como puerto
rico, Haití y varios estados de los estados unidos y Europa nos han mostrado
que los contextos desfavorables y las catástrofes colectivas nos afectan a
todas las personas por igual y que cada sociedad o individuo responde de manera
diferente ante los conflictos y el estrés por el que les toque pasar.
La
expectativa de resiliencia comunicativa varía dependiendo de los lugares donde
a los desastres se ha añadido la pobreza, la desigualdad social y al mismo
tiempo la poca o ninguna transparencia e la gestión pública.
Una
sociedad resistente entendido de este modo es un reto ya que no hay que
trabajar aportando el conocimiento disponible, implicando a todos los agentes
sociales: voluntariado, autoridades, medios de comunicación, la escuela, la
familia etc. Creando así, conciencia de autoprotección para que las colectividades
hagan frente a las adversidades en caso extremo para esto, los responsables
públicos de la protección civil deben invertir parte de su tiempo y recursos en
identificar los puntos debes de la comunidad, capacitándola para que sea
protagonista de su autoprotección y afrontamiento de crisis y desastres
naturales que toquen a su comunidad.
Cuando cada
comunidad logre su integración nacional, colocando cada uno lo que corresponde
entonces no será preocupación exclusiva de las naciones unidas y la comisión
europea la perspectiva resitiente de salvar más vida reducir las desigualdades
sociales y la pobreza sino que (cada comunidad) una trabajara en vía de
aumentar el desarrollo social sostenible, mientras administran en forma
correctas las ayudas humanitarias, que buscan reducir la vulnerabilidad de las
personas afectadas por desastres.
Las
autoridades públicas deben hacer que la sociedad sienta que se cuenta con ellos,
no solo ara los trabajos duros sino para aquellos que son conforme a su
capacidad de pensar y de admitir juicio y así no sentirán que la solución
estará en manos de otros y en cada caso que ocurra se involucraran en la
autoprotección y la respuesta a la crisis y emergencias que se presenten.
Sentar
buenas bases en lo que a las actitudes se refiere será un buen pronóstico para
lo que pueda ocurrir en el futuro, las experiencias de respuesta positiva a las
adversidades en tiempo pasado, así como de auto_organisacion son elementos
valiosos de la historia de la comunidad que facilitan la capacidad de
adaptación a los cambios que en un futuro allá que enfrentar.
Entonces,
podemos decir que la capacidad de absorción de una adversidad impactante y la
capacidad de recuperarse tras el daño, no va a bastar con que las personas
aprendan a adaptarse a los cambios producidos por los fenómenos naturales
sociales o económico que sobrepasan su capacidad de control, no le bastara con
fortalecer psicológicamente a los afectados por sucesos adversos eh imprevistos sino que es necesario cambiar
las circunstancias económicas, políticas y culturales que dieron lugar a la
catástrofe o que acrecentaron los daños.
Lograremos
éxito en este sentido, educando a toda la sociedad. En el cuidado del medio
ambiente llevando a cabo política de justicia o inclusión social eliminando
todas las formas de corrupción y fortaleciendo la participación social de los
ciudadanos en todo lo que le afecta.
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