Por: Raquel
Micaury Alvarez Pérez
Un maestro resiliente es aquel capaz de implantar en
sus alumnos la resiliencia a través de una actitud afectuosa y de respeto. El
maestro resiliente puede enseñar a sus alumnos que pueden ser amados a pesar de
su rendimiento escolar, y por medio de sus tareas le hace reconocer el valor de
la responsabilidad mostrándoles que sus esfuerzos se pueden recompensar
positivamente.
El maestro resiliente debe fomentar la confianza en el alumno para
crear un ambiente favorable para que el niño lo acepte y pueda desarrollar una
buena relación educativa, dándole sentido a las actividades escolares ayudando
a sus alumnos a descubrirse a sí mismos, para que puedan comprender todo su
entorno social y personal.
Un educador resiliente les demuestra una actitud positiva cuando su
alumno no aprende de la manera y a la velocidad que él desea. Ayuda a que la
autoestima del alumno crezca al hacer notar que sus acciones son valoradas
positivamente por las personas que les quieren. Estimulando la creatividad y
capacidad para las distintas maneras de resolver problemas, tanto en su entorno
social como en el personal.
El educador le enseña la importancia y cumplimiento de las normas
haciéndoles ver que no se deben tomar en cuenta al momento siempre solo lo que se
quiere sin tener en cuenta el deseo de los demás. Un educador resiliente es
capaz de cambiar una actitud negativa, tanto personal, como de sus alumnos a
través del pensamiento positivo y desarrollando empatía con sus estudiantes.
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