EL ÉSTRES LABORAL EN EL ÁMBITO DOCENTE

Por:

por Karina De La Caridad Asencio Suero y Santa Turbi.

En el entorno laboral que nos encontramos, marcado con la transformación y la fluctuación se estima una alta demanda de reingeniería en las estructuras de personal capacitado y activo de la comunidad educativa, teniendo en cuenta que las exigencias demandan una disminución de presupuesto que conlleva en la mayoría de casos a una reducción de personal junto a una alta productividad para la satisfacción del usuario. Estos requerimientos laborales también se ven afectados con otros aspectos sociales que van evolucionando y se suman a este sistema, entre estos cabe mencionar los recortes en la autonomía, el aumento de las funciones, la alta demanda emocional y la formulación de los objetivos que no están bien estructurados y definidos.
Toda esta metamorfosis está llevando a consecuencias preocupantes tanto en lo personal como    en la salud de los docentes, en muchos casos están las ausencias constantes por problemas de salud de muchos de nosotros que nos impiden en ocasiones poder realizar nuestra labor de manera eficiente, y a la vez le resta productividad al entorno laboral.

Condiciones en las que el trabajo no posibilita la integración y el desarrollo o cuando se lleva a cabo en condiciones limitadas, hace que muchos profesionales experimenten frustración y un alto nivel de tensión emocional, que implica un aumento de los niveles de estrés laboral y de desgaste profesional que estamos observando en los sectores públicos y privados.
En la actualidad debemos dar suma importancia al estrés laboral, ya que esta problemática va en aumento y en materia de salud tiene consecuencias que conllevan muchos casos a un bajo rendimiento laboral que para muchos es injustificada y para otros no.

Las causas del estrés laboral son amplias, en los últimos años las exigencias de productividad de un docente han aumentado, el rendimiento debe ser más alto con menos personal. Las consecuencias físicas, psíquicas y organizativas son parte de este fenómeno, porque en los últimos años el sistema ha cambiado mucho y en medio del cambio la simple presión de trabajo al parecer ha mutado para convertirse en Estrés Laboral.

Cuando nos topamos con ese compañero/a que todo se le olvida, que ante situaciones hace bloqueo mental o pierde la concentración, que llega cada día con un mal humor o más irritable de lo normal, podemos estar  frente a alguien con estrés laboral, con consecuencias psíquicas.
Y cuando nos referimos a consecuencias organizativas no es más que los resultados al deterioro del ambiente laboral que se ve afectado por  una baja productividad, el deterioro de las relaciones interpersonales y relaciones humanas.

Un docente que esté en un ambiente adecuado, con las condiciones idóneas y la libertad de integración plena a sus funciones dará como resultado una alta productividad y satisfacción al usuario.
Es más complicado tratar de eliminar el estrés laboral que evitarlo.