Por:
Leidy Margarita Valdez Diaz
La Autoestima consiste en el conjunto de percepciones y pensamientos en la
cual cada individuo se visualiza a sí mismo, la confianza, lo que esperamos. Es
ese sentimiento de valor y amor propio que posee cada quien.
La autoestima estás presentante en las diferentes etapas de desarrollo de
los seres humanos, desde la niñez hasta la veje. Siendo en la niñez la más
importante, pues en la misma se crea la base que determinara la autoestima de
la persona. Además, en esta etapa se puede visualizar cuando el niño inicia a
desarrollar actitudes de autoestimas, tales como: apreciarse a sí mismo,
comparándose con muñecos, súper héroes, profesionales, entre otros.
El contexto del niño puede inferir de manera directa en el desarrollo de la
autoestima del mismo, tanto alta, como baja.
Cuando hablamos de autoestima nos estamos refiriendo a un contenido que es muy
interesante, hermoso y de gran amplitud, en el cual se puede encontrar una
composición que consta de los siguientes factores:
ü Experiencias: situaciones o emociones vividas ya
sean negativas o positivas las cuales involucran al contexto familiar y social
de las personas.
ü Expectativas: es lo que se espera o lo que creemos
que va a suceder tanto con los demás como con nosotros mismos.
ü Atribuciones: esta es la fuerza de motivación que
impulsa a las personas a realizar algo, ósea la forma de explicar y ver los
acontecimientos o circunstancias de la vida o del mundo que nos rodea.
Estos tres factores son muy significativos cuando se habla de autoestima,
ya que cada uno de ellos está centrado e involucrado de manera directa con el
individuo.
Todos los seres humanos deben tener autoestima, ahora bien, la importancia
de esta radica en el tipo.
Es recomendable tener una buena autoestima la cual represente la
personalidad y con ella el comportamiento, tomando en cuenta los tipos de
autoestima que son: alta, baja y equilibrada.
Una persona con autoestima baja es considerada como una persona sin amor
propio, desilusionada, deprimida. Etc. Una persona con autoestima alta se puede
considerar como una persona arrogante, egocéntrica que se cree muy por encima
de las demás, acción que genera una mala impresión o imagen de su personalidad.
Por todo lo anterior, es recomendable que el individuo mantenga su
autoestima equilibrada, ósea, ni alta ni baja. Como una balanza que no sube
pero que tampoco baja, sino que se mantiene en el centro. Ninguna de esta autoestima
(alta y baja) suelen ser positivas para la conducta y pensamiento de un individuo.
Una persona con su
autoestima bien equilibrada disfruta de múltiples beneficios tales como:
empatía, buenas relaciones sociales, optimismo, seguridad y confianza en sí
mismo, entre otros.
Se deben seguir algunos pasos que ayudaran al individuo a mantener su
autoestima equilibrada, estos son los siguientes:
ü Proponerse
metas.
ü Dejar de pensar en cosas negativas
especialmente si se trata de su persona.
ü Dejar de
pensar que existe la perfección.
ü Pensar que
los fracasos y errores son experiencias para aprender.
ü Implementar
nuevos cambios de vida o de rutina.
ü Detectar
las debilidades con el fin de cambiarlas.
ü Ser
realista.
ü Amarse y aceptarse
tal cual.
ü Ser social.
ü Entenderse
así mismo para poder entender a los demás.
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