Por Lic. Rodolfo Coronado Polanco
Todo ser
humano desde que tiene capacidad de elección quiere abrirse camino y busca en
su interior la profesión que le permitirá desarrollarse como persona en medio
de la sociedad. El impulso que le motiva seguir avanzando es siempre su realización
personal-profesional, por lo que esto conlleva mantener un auto concepto,
valores y expectativas que le van ayudar en su itinerario de su proyecto
personal.
Cada
quien es lo que es porque le apasionó ser lo quería ser, y como sueño anhelante
y con todos los esfuerzos de la vida llega hasta la cima. Pues, para que esta
elección no sea como una carrera más sin alma y sin corazón, a esa elección debe
ser acompañada de unos valores que le son propio para vivir de manera plena su
elección de profesión y no ser un simple asalariado de lo que hace.
Es en este
contexto, en que se ve más necesario que cada ser humano en su profesión debe guiarse
por los valores que harán más humano al ser humano, porque siendo así, no hace
la cosa por hacerla o por simplemente una remuneración, sino que apegado a los
principios que la adornan hacen la diferencia. Una carrera o profesión que no
esté conducida por los valores es una profesión que esclaviza y endurece el
corazón sin piedad.
De modo
que, más que hablar de profesión es mejor hablar de vocación. El término
vocación se refiriere “llamado” y quien se siente llamado para tal fin todo
cuanto hace lo realiza con el corazón y se entrega por completo hasta sin
importar nada. Uno escucha decir muchas veces fulano tiene vocación de tal
cosa, significa, que esa persona con todo su potencial está realizando su labor
con gran pasión.
Por otro
lado, nos encontramos con profesionales que solo ejercen su labor y sin importar
lo que venga y como venga, se dejan manipular y hacer lo que no es debido solo
porque su elección de profesión no está fundada tras los valores ético y
morales que deben dirigir cualquier vocación-profesión.
Cuando de
verdad se siente llamado a algo lo hace sin ningún daño y sin dejarse manipular
y mucho menos hacer nada que vaya en contra de la ética. Pues por tal razón,
hoy en día, las profesiones de cada individuo deben mantenerse iluminada por
todos los valores que de un modo u otro se van a dejar sentir en cada
circunstancia de la vida profesional. Pero esta labor no se da de ahora para
ahorita, se va integrando y forma parte de la formación profesional de cada
persona, solo hay que hacerla caminar junto de manera integral. Un error que se
va dando y se sigue implementando, es que los competentes en los planes de
acción del futuro profesional han dejado de lado el formar un ser humano en
valores para convertirlo en solo máquina. En definitiva, las profesiones deben
estar fundamentada en los valores.
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