¡Manejo del estrés infantil!

 

 Por: 

Dayrin BáezTaveras

Durante este año la humanidad ha tenido grandes cambios fruto de la crisis sanitaria que ha vivido, a diario escuchamos en las noticias un sin número de personas que fallecen a diario fruto de la enfermedad que nos arropa Corona Virus 19. Esta información llega de manera directa o indirectamente a la población sin escatimar niveles de riesgo y /o situaciones de vulnerabilidad.

El estrés puede ser una respuesta a un cambio negativo en la vida del niño. En pequeñas cantidades, el estrés puede ser bueno. Pero, el exceso de estrés puede afectar la forma como el niño piensa, actúa y siente.

Algunos científicos afirman que el estrés no es malo ni bueno. Él mismo se clasifica en positivo y negativo. Cuando el estrés prolonga su presencia más allá de la fase de alarma, la persona entra en la segunda fase, denominada fase de resistencia en la cual el estrés se mantiene accionando y en el cual el organismo se resiste a relajarse, y la fase de agotamiento en el cual el estrés se vuelve crónico y dura un periodo prolongado en la persona.

 

El estrés en los niños se puede desencadenar por motivos diversos como son:

Problemas de salud, divorcio de los padres, incluye además discriminación, falta de afecto y atención de los padres hacia sus hijos.

Se pueden desencadenar, además, por bajas calificaciones en los estudios, por la muerte de un integrante de la familia: su mascota.

 

Muchos de los síntomas del estrés Pensamientos negativos, dificultad de concentración, cambios de conducta y humor, apatía, tristeza. Otros.

Algunas recomendaciones que podrás implementar y que te ayudarán en tu plan de acción. 

 

- Estar pendientes de los cambios de conducta en los niños.

- Sácalos a hacer una actividad física: Correr, nadar, ir al campo, etc.

 -No sobrecargar a su hijo en las tareas asignadas.

  -Establecer horarios en las rutinas diarias.

  -Acostarse a la misma hora.

 

´´Detectar y enfrentar esta problemática no es tarea fácil, por lo tanto, se convierte en un reto para los padres asumirla con criterio y madurez que amerita, ya que el estrés puede producir enfermedades graves como: obesidad depresión, enfermedades cardiacas, depresión y obesidad, además de graves daños emocionales´´.