Por.
Fátima
Carolina Cruz Colombo
Nancy Alt. Batista
Castillo
La
integración de la TIC ´´tecnologías
de información y comunicación´´, no solo conlleva
beneficios y posibilidades, sino también grandes desafíos y retos, por lo
tanto, la implementación en la República Dominicana del programa República
Digital resulta ser otro ingrediente de preocupación por su repercusión en la
dinámica familiar.
El
Programa República Digital en Educación fue diseñado, con el “objetivo de
brindar a cada estudiante y a cada profesor de las escuelas públicas a nivel
nacional el acceso universal y gratuito a dispositivos electrónicos para
reducir la brecha digital y del conocimiento. Además, diseñar y promover estrategias inclusivas que
incorporen las tecnologías a los procesos de enseñanza-aprendizaje” 1.
Las
TIC juegan un papel importante “ya que pueden mejorar las oportunidades de
aprendizaje, facilitar el intercambio de información científica e incrementar
el acceso a contenidos” (UNESCO, 2010, citado en Ministerio de Educación
Nacional, 2013). Por lo tanto, son herramientas que permiten un acercamiento
innovador al conocimiento y a su vez son facilitadoras de la comunicación para
el quehacer pedagógico en la era digital y puede facilitar los procesos de
comunicación.
En
este sentido el hogar del joven, donde se establece el mayor tiempo de
interacción con las TIC. Tanto el uso y consumo de las nuevas tecnologías está
asociado al ocio, el entretenimiento, la televisión, Internet, los videojuegos,
los teléfonos móviles, tabletas, y ordenadores, pues sirven para oír música,
ver películas, chatear, jugar y estar comunicado con el resto de los compañeros,
todo ello sin salir de la propia habitación.
Este
estilo de vida de niños, niñas y adolescentes como consumidores jóvenes que se
desarrollan fundamentalmente desde el hogar, es el foco de preocupación ante el
bombardeo desproporcionado y sin control de equipos tecnológicos y programas a
los que tienen acceso esta población.
En
este caso, son los padres y las madres quienes deben desempeñar su rol en la
educación de sus hijos e hijas sobre el uso adecuado de estos recursos
tecnológicos, logrando así, que las aprovechen al máximo y minimizar los
riesgos a los que están expuestos, como son: aislamiento social, agresividad,
insomnio, falta de concentración, adicción a pornografía, eminente peligro de
acosos o secuestros derivada de la publicación abierta de fotos y videos en las
redes sociales, y por ende, bajo rendimiento académico, entre otros.
Son los padres los que se enfrentan a la decisión de
incorporarlas o no en su hogar, muchos han sucumbido a la presión social o han
decidido ignorarla por completo desarrollando una especie de tecnofobia.
Tanto en una posición, como la otra el riesgo más
grande es el desconocimiento, es tan grave para un padre darle la Tablet o el
computador a un niño o adolescente simplemente porque todos lo tienen o por la
presión social, como no permitirle el uso. Lo importante aquí es tener una
reflexión, asumir una posición informada y con conocimiento de lo que se hace.
Los
orientadores y psicólogos a través de las escuelas de padres, madres y tutores
juegan un papel fundamental en la orientación familiar, por medio a charlas y
talleres sobre el uso adecuado de las TICs (Tecnologías
de Información y Comunicaciones) y las consecuencias del
uso inadecuado de ésta en la dinámica familiar y en el aspecto cognitivo de sus
hijos.
El
uso de las herramientas TIC ha de servir para motivar y estimular a los padres,
madre a que se involucren en el proceso de aprendizaje de los hijos/ as, interactuando
con la realidad en un contexto global, que les permitan desarrollar habilidades
de pensamientos críticos y creativos.
Finalmente,
queremos recordar que el establecimiento de normas claras y régimen de
consecuencias, el acompañamiento, la supervisión de padres y madres, es una de
las mejores estrategias de prevención y protección, ante el acceso a contenidos
inapropiados. Es por esto que, la meta principal de los padres debe ser ayudar
a que los menores sean capaces de autorregular su comportamiento
progresivamente, para esto se hace necesario compartir desde el principio con
los hijos los argumentos de los límites que se establecerán y las actividades
que se realizaran al utilizar las TIC, tanto en el hogar como en la escuela.
También
se hace necesario que los padres entiendan que estos son modelos para sus hijos
y que si estos no tienen dominio propio sobre el uso de la tecnología no
estarán ayudando a sus hijos a utilizarla de una manera adecuada. La clave está en conocer, para luego formarse un
juicio que les ayude a tener claro lo que queremos en el hogar. En todo caso,
ni el prejuicio ni una actitud ingenua acerca de la tecnología es bueno, en vez
de tomar partido por una o por otra, no seamos indiferentes y ocupémonos.
