Por: Juana M. Sánchez Pérez
La familia yo la defino como el más
importante grupo de la sociedad, ella forma y construye los hombres y mujeres
del futuro, estos con valores, vocación de servicio y entrega por los demás.
Vamos a defender y mantener unidas nuestra familia.
Las personas de hoy han sufrido una transformación
de valores y un desenfreno de autoridad, donde la falta de autoridad, los
buenos y valiosos ejemplos están adormecidos, extrapolándose y perdiéndose la
esencia del respeto, consideración, amor y lealtad hacia los progenitores.
Es necesario hacer un alto en este contexto
y considerar, ¿qué está pasando con los hijos(as)?, ¿qué aspecto
nuevo hay que considerar?, o al menos a repensar el contenido que le
estamos transmitiendo a nuestra descendencia, los nuevos tipos de familia, su
nueva deliberación, sus escasos modelos de padres íntegros y la dinámica de su
relación de familia disgregada, entre otras; acreditan el camino para
obstaculizar el consenso parental, donde los valores estan en peligro de
extinción, ser responsable como cabeza de familia, es sobre todo, dar ejemplo
con nuestros actos, no pedir que respeten, en ser responsable con la vocación
de asumir al formar un parentesco, hoy es necesario realizar una transformación
en el mundo y cada familia de manera particular debe asumirla. Para nadie es un
secreto que también los diferentes cambios acontecidos en el mundo han dado
lugar a otras series de cambios en distintos espacios y contextos no está ajena
a toda esta dinámica de acontecimientos. Por tanto, la familia ha evolucionado
y estamos presenciando el surgimiento de muchas proles con cambios, haciendo
una ruptura en su dinámica afectiva. Actualmente esta desapareciendo la
convivencia que también trae consigo muchas situaciones de conflictos. Es bien
sabido que la familia es el organismo mas valioso, tanto antigua como moderna,
este conocimiento conlleva a un peso moral que marca el honor y la reputación
de jóvenes que llevaban un sello de ser hijos de familia respetada, hoy en el
presente ese conocimiento queda desfasado mas de un sin número de familia ha
perdido ese estatus por poner en riesgo la esencia de una buena y sana
comunicación, el respeto a los mayores y la grandeza de la individualidad como
persona, este pensamiento me lleva a una valiosa reflexión, de que la familia
no esta acabada, solo esta pasando por una terrible confusión de valores
morales y espirituales, imitemos a José, María y Jesús que son familias ideales
y de buenos ejemplos, esos padres e hijo que superaron las dudas, la
indiferencia y el rechazo de aquellos que no le aceptaron en ninguna
circunstancia, y que vivieron el perdón, la tolerancia y que se alojaron juntos
en un corral con animales descuidados y alejado de todo. Tu y yo, no hemos
experimentado esa condición, entonces vamos a vivir la cercanía, el amor, la
alegría, el silencio y la obediencia siendo padres ejemplares, entregados y con
un estilo de comunicación efectiva hacia los hijos(as) y los demás, como hizo, lo
vivió y lo demostró la familia modelo de Nazaret.
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