Por: Josefina González y
Yudali Canario
En este artículo se pretende abordar la
inclusión de los mitos en el ámbito de la terapia familiar, por lo que es de
gran importancia, definir el concepto de Mito.
Los mitos forman parte del sistema religioso
de una cultura, que los considera como historias verdaderas. Tienen la función
de otorgar un respaldo narrativo a las creencias centrales de una comunidad.
Según Joseph Campbell: Los mitos son realmente
los cuentos de la sabiduría de la vida. Son las claves que nos llevan hasta las
potencialidades espirituales de la vida humana.
Antoni Ferreira en (1963), quien incluyó por
primera vez el concepto de mito familiar en un libro clásico llamado
"Interacción familiar. - Aportes
fundamentales sobre teoría y técnica".
José Antonio Ríos González, en su MANUAL DE ORIENTACION Y TERAPIA FAMILIAR,
trata ampliamente los mitos en sus diferentes dimensiones o clasificación de
los cuales hace referencia como experiencia en sus prácticas con clientes desde
el enfoque sistémico.
Los mitos en el aspecto de la unidad familiar
y que muchas veces influyen positivamente en algunos miembros, también pueden
llegar a convertirse en sombras o nubes grises de gran trascendencia,
impidiendo a otros ser diferente y poder llegar a actuar bajo sus propias
convicciones siendo autónomos. Esto se debe posiblemente a que de acuerdo con
la personalidad del agente transmisor el mito, éste pueda llegar a ser el
impactante o no y perdurable tanto en tiempo como en su estado original. Inconscientemente
ciertos mitos prevalecen sin permitirle a las personas hacer un análisis
respecto a que, si los tiempos cambian, también se debe intentar obtener dicho
cambio a nivel cognitivo, favoreciendo el desarrollo emocional individualizado
y evolutivo.
Romper esquemas a través
de la terapia familiar
Vivimos en una época donde las familias se
enfrentan a un sin números de situaciones que no pueden resolver muchas veces
por sí solas, entre las cuales se encuentran:
Ø
Conflicto entre los
miembros de la familia y problemas de comunicación.
Ø
Abuso de sustancias o
adicción.
Ø
Trastornos mentales de
algún familiar.
Ø
Problemas financieros o
desacuerdos con respecto al dinero.
Ø
Problemas escolares.
Ø
Dificultades entre
hermanos.
Ø
Cuidado de un familiar
con necesidades especiales.
Ø
Enfermedad o
fallecimiento de un familiar, entre otras.
Exceso de trabajo de parte de los padres, lo
cual le impide tiempo de calidad con los integrantes de la familia.
Sin embargo, es mínimo el número de personas,
en este caso de familias que acude en búsqueda de ayuda de un profesional a la
hora de solucionar sus problemas. ¿y
esto a que se debe?
Pues aquí entran los llamados Tabúes, quizás
muchos de nosotros hemos oído las siguientes frases: - No voy a terapia porque no estoy loco, una
terapia no solucionaría nada, - un particular no debe enterarse de los
problemas familiares… ignorando el gran impacto que podría tener la terapia
psicológica para la mejora de la situación tanto familiar como personal.
El objetivo de la terapia familiar no es
buscar culpables o darle la razón, más bien
es buscar alternativas para relacionarse de manera armoniosa
enseñándoles a cambiar patrones de comunicación o conducta para implementar
cambios positivos en el funcionamiento familiar que permitan encontrar una
mejor forma de relacionarse entre sí.
Para finalizar podemos decir que los mitos en
el ámbito de la terapia familiar, tomando en cuenta los intereses de los
miembros y al estado emocional de cada uno, en determinado momento, pueden
llegar a ser moldeado para favorecer determinados aspectos de la vida de uno o
varios miembros, es decir, que cada persona dentro de la familia será reforzada
de forma positiva o negativa de acuerdo a sus habilidades para autogestionar
sus emociones y su capacidad para liberarse de ciertas barreras emocionales,
sea estas adquiridas consciente o inconscientemente dentro del sistema
familiar.
“Todos nos podemos equivocar, pero si pides
perdón, tienes que trabajar en comprometerte a construir algo nuevo” Dr. Rafael Ramos
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