Por:
Denny Reyes
Alejandrina Cárdenas
Partiendo de diferentes investigaciones podemos
entender el desarrollo humano como un proceso que implica transformaciones y
adaptaciones constantes en el repertorio conductual, cognitivo, social y
personal de cada individuo.
Se enfoca directamente en diferentes elementos que en conjunto
buscan la valoración de la vida como parte principal del desarrollo, la
capacidad para fortalecer habilidades personales, tener libertad civil, y vivir
como nos gustaría, lo cual hoy en día se ha convertido en un gran reto que nos
arrastra a una lucha estresante contra el tiempo, la adquisición de metas y nuevas
exigencias de la modernidad.
Los acontecimientos
sociales de índole político y económico, así como situaciones de vulnerabilidad
social y de seguridad, son algunos de los factores que nos posicionan en la
barrera entre un sano desarrollo personal y un estilo de vida acelerado en la
búsqueda de oportunidades que logren garantizar bienestar a largo o corto
plazo. Este aceleramiento en las demandas sociales indica que hemos estado
acostumbrándonos a vivir en un clima de tensión.
El estrés es uno
de los factores que en los actuales tiempos ha sido determinante al momento del
desarrollo en la vida cotidiana de las personas. Afrontar situaciones excesivas
de estrés debido a demandas que sobrepasen nuestra capacidad de afrontamiento
puede conducirnos a la angustia; es decir, distrés, rompiendo la armonía entre
el cuerpo y la mente, impidiendo con esto responder de forma adecuada a
situaciones cotidianas. Sin embargo,
afrontar situaciones de estrés positivo o eustrés, es asociado con
claridad mental y condiciones físicas óptimas dirigiendo al cuerpo en su conjunto a adquirir y desarrollar su máximo potencial.
Según el doctor Hans Selye 1956, el estrés
ocurre cuando existe una alteración en el equilibrio, causada por la acción de
un agente externo o interno, y el organismo reacciona ante esto de forma
extraordinaria para restaurar dicho equilibrio. El mismo autor en otros
escritos define el estrés como la proporción de deterioro y agotamiento
acumulado en el cuerpo.
Si bien es
cierto que el estrés es una respuesta psicológica y fisiológica que experimenta
el organismo cuando se ve expuesto a fuertes demandas, cabe destacar que los
efectos negativos o positivos que el estrés genere en nosotros va a depender
considerablemente de la interpretación de los acontecimientos y la manera de
valorar los recursos adquiridos para afrontar situaciones o noticias
desagradable.
Como ser humano en desarrollo y ente
social, debemos de adquirir y potencializar habilidades que nos permitan
identificar cuáles son las situaciones o eventos que nos generan estrés. Entre las actividades a implementar para
combatir el estrés podemos mencionar:
·
Actividades de
relajación y respiración (retener la
respiración por 4 minutos y exhalar lentamente)
·
Poner en práctica
habilidades de comunicación asertiva
·
Realizar rutinas de
ejercicios
·
Compartir con amigo y
familiares
·
Identificar actividades
que sean de nuestro agrado
·
Tener una sana alimentación
·
Practicar ejercicios de
meditación
·
Gestionar y organizar el
tiempo para cumplir con los compromisos
Es importante que toda persona aprenda a
prevenir y controlar el estrés, quien no lo hace, puede poner en peligró su
salud y su tranquilidad, mientras que aquellos que conocen y ponen en prácticas
acciones adecuadas de prevención pueden disfrutar de una vida más sana y
satisfactoria.
1 comentario:
Muy interesante este tema para del estrés desde esta perspectiva.👏👏
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