Por:
Zaira Luz Martínez Alonzo
Y María Confesora Valdez Martínez
Vocación y motivación son dos conceptos íntimamente relacionados a la hora de elegir una carrera que determine el éxito personal como profesional de una persona durante toda su vida.
Cada etapa de la vida
de las personas es determinante para ir construyendo la identidad, el autoconocimiento, valores, la motivación, la resiliencia y la toma de decisiones que serán los
factores intrínsecos que ayudarán al desarrollo pleno y la felicidad. Interrogarse
sobre ¿quién soy y deseo ser? ¿qué quiero hacer? ¿qué sé ? Y ¿qué he de hacer
saber? Son cuestionantes que todo
individuo debe hacerse para ir descubriendo su verdadera vocación y al mismo ir
adentrándose al mundo socio – laboral.
En ese sentido, a lo largo de todo ese proceso los jóvenes indagan las estructuras
sociales (familia, escuela y sociedad) en relación al significado y sentido que
estas les aportan según su desarrollo.
Es necesario trazarse metas como un
factor indispensable para la motivación,
estar enfocado en lo que queremos nos hace ver que para conseguir lo que se
desea hay que esforzarse y ver cada
esfuerzo como un logro hacia la consecución
del objetivo deseado.
Desde el inicio
de la niñez se va perfilando la vida de adulto, pues desde niño se elabora una imagen
del profesional que se desea ser siempre
mediado y socializado en los diferentes entornos donde se desarrolla su vida para cuando llegue el momento de
tomar decisiones referentes a su vocación tenga respuestas a las interrogantes
que van surgiendo en el largo camino de transición. Durante dicha
transición el individuo
experimenta satisfacción y plenitud por
su elección, porque va recogiendo los frutos de su vocación por lo que cada
sacrificio experimentado se convierte en la fuerza que le impulsa a continuar.
Las instituciones educativas están llamadas a ser una
entidad orientadora donde se dé continuidad al desarrollo de competencias del
sujeto en el trayecto de la escolaridad,
pues así se aprovechará su potencial y se aumentará el éxito profesional. Para
esto, se deben estructurar programas de educación vocacional atendiendo a las
necesidades e intereses de los estudiantes que los llevarán a forjar su
personalidad que lo ayudarán a
configurar la elección, desempeño y desarrollo profesional, moldeando sus
actitudes, adquiriendo e incrementando
sus aptitudes que lo van perfilando hacia un profesional exitoso.
La modernización ha simplificado la vida, ofreciendo diferentes formas de adquirir ingresos para sustentarse, vemos muchos profesionales
que se mueven en el mundo laboral pero
no necesariamente son felices ni exitosos en lo que se desempeñan, pues no
experimentan el clímax – el punto más alto de logro - por el simple hecho de
que a la hora de elegir la carrera no
hicieron la elección correcta.
En definitiva, la sociedad exhibe profesionales con
vocación y motivación, exitosos en todos los estamentos sociales, con calidad
humana excepcional que sirven de referentes a otros, pues tuvieron el
acompañamiento apropiado y supieron elegir lo
que realmente deseaban.
2 comentarios:
El autoconcepto, las expectativas y los valores son factores internos de la persona y son los responsables para lograr el desarrollo personal y profesional de cada individuo en los procesos de cambio y evolución de la identidad y la toma de decisiones.
La vocación de uno como persona acampanada de la motivación va perfilando el profesional que queremos ser, estar motivados y a la hora de elegir una carrera es muy importante, soñar con ella verse en ese espejo, ponerse ese sombrero de profesional, es fundamental para llegar a ser los profesionales exitosos que deseamos lograr y sobre todo ser feliz con lo que hacemos, eso nos da plenitud.
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