Por.
Carolina Díaz
Cuando pensamos
en plantar un árbol lo primero que pensamos es si tengo
tierra y el lugar don lo plantare, si le
dará el sol, si pasa alguna corriente de
agua cerca, el tiempo que debo dedicar diariamente, estar hay cuidar y arrancar las malezas, de dar seguimiento a su
crecimiento si el tronco esta medio torcido, si llego el momento echar flores
dar su fruto y un no ha sucedido, estar
atento a esos cambios si necesita más tiempo o si necesita un poco de abono para un crecimiento sano.
Así es la
familia en el precisó momento que
tomamos la decisión de formar una
familia tenemos el compromiso de velar y cuidar por su salud física y emocional.
En el hogar es donde se aprende amar, a
perdonar , hacer honesto, a compartir a
apoyarse, a tolerar , a caer y a levantarnos en la familia es donde somos formados en
valores morales éticos y cristianos, pero en la familia es donde se aprende a
odiar, mentir, hurtar, una serie de anti valores los tomamos de nuestra familia
muchos no estarán de acuerdo con esta posición,
pero partiendo de cuando nuestros hijos nacen ese niño/a es entregado a
los padres en cero lo que será el niño/a
será plantado por sus padres, es responsabilidad de los padres la educación los
valores que inculcara a sus hijos/as la formación integral para un sano
desarrollo en sus hijos/as.
En el hogar se forma para la vida, para poder
enfrentar los anti bajos de la vida. En el seno de la familia aprendemos amar y
ser amado cuan importante somos, nuestra valía
como persona a tener una autoestima saludable a tener dignidad. Postal
razón todo padre está llamado hacer un vigilante, ser guardián de los pasos y camino de sus hijos,
ir acompañándolos si se desvían del
camino, ayudarlos a regresar.
Si el ambiente donde se están criando nuestros
hijo les favorece, si tienen la edad suficiente para establecer relacione o
vínculos con otros, ser observador de lo que ven nuestros hijos y hacen por medios de las
redes sociales, uno de los medios que están causando daño a las familias son
las redes sociales.
Establecer normas y reglas bien claras
fundamentadas sobre la base de la confianza, el respeto, tolerancia y ser flexible,
dar un seguimiento continuo, apoyado en
el ejemplo en la manera de hacer y decir las cosas, las actitudes hablan más
fuerte que nuestras palabras
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