Por: Rosa Báez
Una madre soltera de 7
hijos, contaba en una entrevista como su hijo mayor con 14 años de edad la
desafiaba constantemente. Había perdido toda autoridad sobre él; ya no podía
corregir sus malas acciones sin que éste respondiera de forma agresiva,
lanzando o rompiendo cosas, hasta el punto de que sentía temor de dormir luego
de una de esas situaciones. Tristemente este adolescente ha tenido vivencias de
las cuales ningún ser humano sale ileso. La violencia, en algunas de sus manifestaciones
siempre han estado presentes en su familia. La madre en algún momento olvidó
que sus hijos crecían y que estaría cosechando lo que sembró en ellos.
Cuando perdemos el
respeto y la autoridad sobre nuestros hijos hemos fracasado en nuestra labor de
padres. Aunque ser padres no es una tarea sencilla, tampoco significa que es
imposible; todo va a depender del estilo de crianza que utilicemos, si están
basadas en nuestras propias vivencias o si decidimos aprender nuevas
estrategias que favorezcan la crianza y disciplina positiva. Encontrar
soluciones permanentes que desarrollen la autodisciplina en los hijos e hijas,
comunicar con claridad los limites, construir una relación de respeto mutuo y
enseñarles habilidades útiles para la vida, nos ayudarían a alcanzar esta meta.
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