jueves, 2 de noviembre de 2017

El deleite de tener una familia con valores

Por: Altagracia Luciano Familia.

A lo largo de toda la vida hemos escuchado acerca de la familia, de sus funciones y de la importancia que esta desempeña para la sociedad. Esto se debe a que la misma es considerada como una comunidad natural y universal, con base afectiva, de indiscutible  influencia formativa en el individuo y de importancia social. Además se dice que es universal.

Esta ha recibido diferentes definiciones por distintas organizaciones y autores. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) la define  como el grupo de personas del hogar que tiene cierto grado de parentesco por sangre, adopción o matrimonio, limitado por lo general, al cabeza de familia, su esposa y los hijos solteros que conviven con ellos. Esta asegura que la familia es el núcleo primario y vital de la sociedad y de difícil sustitución, por ser el vehículo privilegiado para transmitir aquellos valores que ayudan a la persona a adquirir su identidad. De la familia y de la sociedad se reciben aprobaciones y censuras que llevan a formar los principios rectores.
Otros la definen como el conjunto de personas unidas por vínculos de matrimonio, parentesco o adopción.
La importancia de la familia reside en que esta  es la célula original de la vida social, donde el individuo se prepara para su vida en la sociedad, es decir, es el lugar insustituible para formar al hombre-mujer completo, para configurar y desarrollar la individualidad y originalidad del ser humano.

Es de vital importancia  también porque es el principal pilar de la sociedad, en otras palabras es el lugar donde los miembros nacen, aprenden, se educan y desarrollan, la misma debe ser refugio, orgullo y alegría de todos sus miembros. Es por esto, que cuando la familia tiene problemas, alegrías o tristezas internas, repercuten en todos los familiares, sufriéndolos o disfrutándolos, debido a su total interrelación. Esta repercusión a su vez se extiende a la sociedad y se refleja cuando la misma cuenta con personas productivas  y con firmes valores o con personas totalmente opuestas a las mismas.

Finalmente, considero que la familia es una comunidad de amor y solidaridad, para trasmitir  en las mentes las virtudes y valores, así como los principios de convivencia, que tan esenciales son para el desarrollo y el bienestar de sus miembros y de la sociedad.






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