viernes, 3 de noviembre de 2017

LA FAMILIA DOMINICANA Y LOS VALORES

Por:
Martha Ironelly 
Marmolejos Colón


La familia es la responsable de enseñar buenos valores a cada miembro de esta, sin embargo, hoy día la familia ha dejado esta función formadora de valores a la escuela, por tanto, ya ninguna de estas dos instituciones están dando lo mejor de sí, para educar en valores, lo que puede apalear la situación de crisis de valores que está viviendo esta nación actualmente.
Hay una descomposición familiar enorme en  Republica Dominicana y una falta de valores o no sé si llamarle practica de antivalores,  (me disculpo con las familias integras que aun tiene nuestro país, ya que todavía hay algunas con valores muy arraigados).  Ya no se están cultivando desde la familia esos valores que mucho suman y aportan a una sociedad que está pidiendo a gritos un nuevo giro en cuanto al tema de valores nos referimos.
 Valores tan  importantes como el patriotismo, responsabilidad,  respeto, honestidad, amor,  paz, justicia,  equidad,  solidaridad, y otros, se han quedado en el olvido; y este es el momento de que los rescatemos por el bien de la familia y de todo el país.
La Republica Dominicana es uno de los países que encabeza las listas de corrupción, violencia, alcoholismo, drogadicción, feminicidios, embarazo en adolescencia, abortos, asesinatos, asaltos y otros males, que han convertido nuestra nación, que una vez fue el país de la maravilla, en una selva, donde todos tememos por nuestras vidas, debido a la falta de valores en nuestro país en estos momentos.
Necesitamos que la familia dominicana despierte de ese sueño de impunidad e indolencia que duerme, que se concientice, que se humanice y cambiemos esta realidad que vivimos, y para esto debemos implementar valores (amor, respeto, honestidad etc.), que los enseñemos con la práctica y la institución idónea para esto es la familia.
Padres ya es tiempo de tomar nuevamente las riendas del hogar, ese tiempo donde los niños respetaban a todas las personas, donde los adultos eran honestos, ese tiempo donde se respiraba un ambiente de paz y se salía por las calles libremente sin temor alguno; suena difícil pero yo creo que aun lo podemos lograr, y para ello es necesario tener una base de valores bien definidos, metas claras, establecer límites y fronteras, decir No cuando es necesario. Para lograr esto se necesitan muchas ganas y la familia es la actora principal en este proceso de recuperación de valores.


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