El cerebro ayudante

Por.

Gladys Ventura

 Yojairy Parra

Según nuestro entorno y lo que realizamos a diario, nuestro cerebro adquiere los conocimientos necesarios para realizar el diario vivir, sabiendo que cada maestra de educación inicial recibe a diario una cantidad de niños de diferentes entornos, en algunos casos de hogares disfuncionales con secuelas múltiples en sus vidas, llegando a hacer la práctica educativa más compleja. Aquí entra la plasticidad cerebral, pues a la hora de reparar daños infantiles está comprobado que la neuroimagen ha venido a cambiar el paradigma de que los traumas emocionales o psicológicos son para siempre porque la plasticidad sináptica  tiene lugar en el curso del aprendizaje y  del desarrollo por tal razón el cerebro de cada persona tiene de cualidades increíbles logrando así ser más eficaz que los mismos medicamentos  para tratar estos traumas y hasta grandes  enfermedades.

Las actividades para ejercitar el cerebro, la educación, el entorno agradable y    la experiencia, son indispensables en este nivel pues lograremos que  cada cerebro  de los niños se convierta en una obra única en todo su esplendor.

El fuerte mito de los tres años

Sabiendo que el cerebro es una parte maravillosa capaz de cambiar su función y estructura nuestro trabajo como educadoras es ayudar a que el niño ponga a funcionar de manera correcta esa maquinaria generadora y ejecutiva, creando  su propia personalidad lo que conllevara al buen desarrollo de su vida.   

Aprovechar la primera infancia para lograr establecer aprendizajes congruentes y efectivos es una  gran ventaja pues aquí se debe tomar en cuenta que está en juego la formación de un ciudadano porque si durante la infancia se desarrollan experiencias desfavorables puede afectar de manera traumática a un niño al grado de influenciar de manera negativa su salud mental.

Con este tema hemos tomado como ejemplo a unos niños y hemos podido observar  y reflexionar  que Yunelsi, Yoneuris, Dianelis, y Ángel de lo que pueden lograr con su vivencia desde temprana edad relacionándolo con el mito de los tres años.