Por:
Kelyn Elizabeth Olivo Capellán
Al
hablar de personalidad nos referimos al
patrón de comportamiento, pensamiento y emoción relativamente estable en el
tiempo y a través de las diferentes situaciones que vivimos, dicho patrón es el
que nos permite explicar la manera en que percibimos la realidad, los juicios o nuestra forma de interactuar en
el medio que nos rodea, esta personalidad puede ser en parte heredada y adquirida aunque también puede ser moldeada
a través de nuestras experiencias.
Partiendo
de la estructura de los tres niveles de
la personalidad existen:
Personalidad
heredada, personalidad aprendida y personalidad elegida, el primer nivel de la
personalidad está definido en la matriz personal.
La
matriz personal es un campo de posibilidades que se desarrollan a través de la
maduración neuronal, la experiencia y las propias acciones. Aquí la educación
desempeña un papel importante ya que esta debe enfocarse en ampliar las
posibilidades de cada niño a lo largo del tiempo.
La
personalidad heredada:
Al
nacer los niños llegan con una serie de características definidas, lo cual
rompe el viejo mito de que los niños nacen con la mente en blanco, si la madre
durante el embarazo estimulaba al bebe de manera consiente e inconsciente a
escuchar algún tipo de música suave o
movida, favorita para ella esa misma energía le es transmitida al niño y lo
evidencia mientras va creciendo. Hay algunos genes que son heredados tanto del
padre como de la madre, un ejemplo es el temperamento, la manera de colorear,
timidez, la forma de los dedos, o su físico y otros, son algunos de los
elementos que componen el tipo de personalidad heredada.
La
personalidad aprendida:
Es
el conjunto de hábitos intelectuales, morales, ejecutivos y afectivos los
cuales se asientan en nuestra memoria. Aquí
se evidencia el tipo de carácter temperamento heredado, al respecto
Kagan expresa que los bebés pueden ser diferentes, algunos pueden emocionarse por objetos en movimientos, pero
no por el sonido, en cambio otros son todo lo contrario. En el temperamento se
evidencia la reactividad emocional,
mayor o menor propensión que tiene el niño a sentir emociones como el miedo y
la furia, el estilo de conducta, si es resistente o cambiante, social o si
regula su comportamiento de forma fácil. En el nivel inicial nosotras como
educadoras, tenemos el rol de aumentar o disminuir esas posibilidades, ya que
podemos observar las conductas, comportamientos y aptitudes de nuestros niños
en los diferentes momentos de la rutina de actividades diarias.
Personalidad
elegida:
En
este tipo de personalidad el individuo
elige el tipo de sistema de valores que desea dependiendo de sus posibilidades
proporcionadas por su carácter. Aquí ya el ser humano elige su forma de vida,
manera de aceptar sus características o de rechazarse. Es decir aprovechando
los tipos de personalidad anteriores ya en este último tengo una personalidad
más definida, con un norte fijo y unas neuronas más desarrolladas, se lo que
quiero, acepto mis condiciones y conozco mis debilidades, afronto el presente,
soy quien soy y me acepto.
¡Soy
una persona importante, creada por Dios, valgo mucho y me amo como soy!
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