viernes, 15 de diciembre de 2017

Los pensamientos más profundos

Por:
 YARILIN GARCIA 
 MIRALBA DAVID

NAGUA- La Neurociencia con la psicología cognitiva y las diferentes investigaciones realizadas por varios expertos nos explican de manera detallada cómo funciona el inconsciente. El cerebro reacciona automáticamente, al mismos gestiona todo lo que hacemos sin tener que saberlo cuando creemos que tenemos ideas, hace tiempo que ya nuestro cerebro lo sabe, es como un funcionamiento automático, parte de lo que nosotros hacemos es inconsciente no son cosas que la tenemos planeadas.
Existen tres niveles mentales:
La mente  consciente: no es más,  la que nos permite tener control absoluto de nuestra vida, la mente con la cual tomamos decisiones y es la que permite y conforma  nuestro carácter y nuestra personalidad, es la que nos permite razonar nuestros pensamientos e ideas, actuar con conscientemente  y analizar lo que realizamos.

La mente subconsciente: es la que implica la parte emocional y afectiva y controla nuestros patrones de comportamiento y como  actuamos en ocasiones.  Un ejemplo de esto es cuando una persona que fuma dice, piensa y quiere dejar de fumar y va dejando el cigarrillo progresivamente aunque su subconsciente lucha con esta problemática que le afecta su salud y quizás pueda afectar su vida personal. De la misma manera sus actitudes y emociones  ante el cigarrillo cambian de manera siginificativa.

La mente inconsciente, esta denominada por algunos científicos,  como la rectiliar o primitiva es la que lleva  nuestro código genético, no importa el coeficiente intelectual que podamos tener, ya que, el sentido común realizas acciones que no sabes lo que estás haciendo.
Un ejemplo del mismo es cuando pasamos un semáforo en rojo y sabes que no debemos, pero tu inconsciente hace que actúes y luego de esa actuación incorrecta es que piensas lo que has hecho, en mucho de los casos termina en tragedia.


Ya sabemos que la memoria se basa en cambios Neuronales, pero la misma no es un archivo de fotografías, no es un almacén donde se amontonan recuerdos. No existe en ella nada estático. Como dice Damasio: lo que guarda la memoria son “disposiciones”, “esquemas dinámicos” para “reconstruir” las experiencias, se dice que los elefantes no olvidan, pero en nosotros la memoria, como el resto de las capacidades compartidas, se transfiguran. Todos los animales aprenden, pero los humanos podemos decidir lo que queremos aprender y de igual manera ´podemos adueñarnos de nuestra memoria.  

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