Por:
Yesenia Rodriguez Olivo
Las
atenciones de la madre desde los primeros meses de gestación, a la evolución del
embarazo son muy importantes, pues a tan solo 35 días después de ser
fecundado al feto se le van formando las neuronas en el tubo neural, luego se
expande hasta ir formando las partes más importantes del cerebro. Ya para el
sexto mes estas neuronas se van uniendo entre si hasta que complementa casi
todas las conexiones cerebrales.
Si durante
el desarrollo y evolución del embarazo se manifiestan episodios de: ansiedad,
estrés, inestabilidad emocional, mala alimentación, en la madre esto puede
afectar severamente el desarrollo cerebral del feto y su salud mental. Y es que
el bebé diviso desde el vientre de su madre las emociones que le vienen
del mundo externo y diversas erudiciones han revelado las consecuencias
negativas que pueden ocasionar al infante inconvenientes en el futuro y que
tienen que ver con el primer periodo de embarazo.
Los expertos indican que el estrés prenatal
tiene significativos efectos a largo plazo sobre las
estructuras cerebrales del bebé, en especial en las relacionadas con el
lenguaje y las habilidades verbales. La exposición a altos niveles de incertidumbres,
presiones emocionales y estrés, prenatal alteran el neurodesarrollo fetal, lo
que influiría en la manifestación de las habilidades neuro conductuales de los
niños en la primera infancia.
Por ejemplo una embarazada que esté pasando
por una problemáticas de abandono por parte del conyugue, que haya pasado por
la pena de perder un familiar cercano, o que haya sido afectada por un fenómeno
atmosférico( Huracán, Terremoto, Inundación) u otras situaciones que le
produzca un largo periodo de estrés, son más propensas a traer al mundo
infantes con bajo desarrollo del lenguaje y el coeficiente intelectual verbal,
que aquellas madres que hayan tenido un embarazo saludable a nivel físico
emocional.
Precisamos
en decir que el carácter es único de cada niño, y es resultado de las complicadas
acciones entre los genes que controlan el crecimiento del cerebro y las
experiencias formativas provenientes del entorno del niño, que tiene que ver
con la evolución del embarazo y como hayan sido las emociones de la madre.
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