sábado, 16 de diciembre de 2017

La neurociencia, base para la educación Inclusiva

Por: 
Santa Aquino
Yildania Altagracia Cordero de Díaz

La educación es un derecho fundamental de todo ser humano. No existe excepción para esta regla, cada persona debe sin importar sus condiciones aprender, lo que nos sugiere que todas pueden hacerlo.
Los gobiernos del mundo realizan esfuerzos para cumplir con estas políticas, que tiene su base científica.  Veamos a continuación a que nos referimos.
La educación implica que se desarrollen procesos de aprendizaje. El órgano que nos permite el aprendizaje es el cerebro, este está conformado por millones de neuronas, que están encargadas de realizar  miles de conexiones. Estas conexiones permiten percibir el mundo y dar  respuesta a las diversas situaciones. La comunicación entre neuronas se da en dos partes, una parte eléctrica y otra química. Las neuronas se conectan entre sí  mediante diversas sustancias denominadas neurotransmisores. Tanto las neuronas como las conexiones que se realizan entre ellas, viven en constante renovación. Este cambio es motivado por las experiencias a la que individuo se ve expuesto. Existe una relación recíproca entre cómo ocurren estas renovaciones.  Cada experiencia provoca un cambio en la estructuración bioquímica del cerebro los que supone un cambio en los esquemas mentales y viceversa. Esta característica  especial del cerebro se denomina Plasticidad.
La especialidad que se encarga de estudiar estos eventos es la neurociencias. Muy interesante lo que expresa Jessel sobre ella y además recoge todo lo antes expuesto:
“La tarea central de las llamadas neurociencias es de la intentar explicar cómo es que actúan millones de células nerviosas individuales en el encéfalo para producir la conducta y cómo, a su vez, estas células están influidas por el medio ambiente, incluyendo la conducta de otros individuos” (Jessel, et al., 1997).
Se hace necesario, entonces, que exista una interrelación entre los especialistas en neurociencias y los educadores, o más  bien entre sus teorías.
¿Por qué justifica todo esto la inclusión educativa?
Por lo que expresa Bransford:
“Precisamente, las neurociencias están a una mayor comprensión, y en ocasiones a dar respuestas a cuestiones de gran interés para los educadores; por ejemplo,  hay evidencias según las investigaciones de tanto un cerebro en desarrollo como ya maduro se alteran estructuralmente cuando ocurren los aprendizajes (Bransford, et al., 2003).”

Todos podemos aprender en cualquier etapa del ciclo vital, siempre y cuando generemos las experiencias que le permitan al cerebro generar las conexiones necesarias. ¡Esta es nuestra tarea!

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