Por.
Elizabeth Almanzar.
La educación infantil es tan importante en nuestro
tiempo en la medida en que nuestra sociedad ha ido avanzando y requiere cada día
más que el individuo se prepare desde temprana edad para afrontar los retos que
le espera en la vida futura. El cerebro que es sin dudas uno de los órganos más
importantes, puesto que juega un papel indispensable en la adquisición de
conocimientos. Conocerlo resulta sumamente pertinente. Para ayudar a estudiar
como el niño desarrolla su cerebro, desde el vientre de su madre hasta el
momento de su nacimiento ha surgido la neurociencia. Su análisis nos arrojara
luz para comprender su gran valor.
Es innegable el beneficio que ha traído la
neurociencia. En los últimos años vienen revelando los increíbles misterios del
cerebro y su funcionamiento, aportan al campo pedagógico conocimientos
fundamentales acerca de las bases neurales del aprendizaje, de la memoria, de
las emociones y de muchas otras funciones cerebrales que son,
día a día, estimuladas y fortalecidas en el aula.
El mismo esta eminentemente relacionado al
neurodesarrollo, como proceso lento que
empieza en la concepción y no cesa hasta la muerte. Alcanzar la madurez
cerebral requiere de nuestra infancia y adolescencia. Dura aproximadamente unos
20 años, los humanos no nacemos con todas nuestras capacidades cerebrales
listas para ser utilizadas. Están ahí en el programa que contiene nuestro ADN
humano, y progresivamente van manifestándose a medida que crece nuestro sistema
nervioso. La educación del ser humano ha
sido objeto de estudio y críticas durante toda la historia de la humanidad. En
su libro Pedagogías del Conocimiento3, Louis Not (1983) nos hace reflexionar
acerca del rol fundamental del educador cuando menciona que la educación es la
puesta en práctica de medios apropiados para transformarlo o para permitirle
transformarse. Por tal sentido, está en las manos del educador la
responsabilidad. Si bien es cierto que hablamos de medios apropiados para una
innovación o transformación de la educación y de la práctica pedagógica,
corresponde en primer lugar a entender que será. Es por ese motivo, que en esta
oportunidad por las cuales un educador, maestro o docente debe conocer acerca
del funcionamiento del cerebro de sus alumnos.
En conclusión
va ayudara a permitirnos conocer sobre el funcionamiento de la memoria humana,
su complejidad, los procesos básicos de la misma. Por lo que exhortamos
prestarle la debida importancia a esta ciencia.
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