Por.
Yesmilka Caraballo
Jocelyn Alt. Núñez
¨La
influencia de nuestra familia, son marcas imborrables en nuestras vidas¨
La
familia cumple un papel preponderante en el desarrollo de los hijos, es allí
donde se aprende los aprestos básicos para convivir con los demás de una manera
positiva o negativa influenciada por los padres.
Los padres son el espejo de sus hijos, debemos
tomar en cuenta que en este grupo pequeño los niños son grandes imitadores y
esponjas que absorben todo lo que ocurre en su alrededor por lo que se debe
procurar impulsar buenas relaciones,
actuando con prudencia e inteligencia para mantener una atmosfera agradable en
sus hogares bajo una disciplina afectiva y efectiva, respetuosa dirigida hacia
una educación en valores, en este
sentido, Sal Severe en su libro Cómo educar a sus hijos con el ejemplo (2009)
señala que “Un hogar con un ambiente de
respeto es equilibrado y positivo”.
Sin
embargo, podemos notar que en los últimos tiempos muchos de los modelos
familiares a seguir no conllevan a instruir a los hijos, en crear límites,
sentido de pertenencia, respeto, el valor de sí mismo y de las cosas, gestión
de emociones, seguridad y se muestra un sinfín de conductas que nos alejan del
ideal, evitando que en un futuro los nuevos pupilos puedan realizar proyectos
de vida saludables e insertarse en la sociedad de manera efectiva.
Todas
las vivencias en el seno familiar se convierten en marcas que se arrastran
durante el desarrollo de la persona, las cicatrices internas tardan más en
sanar que las externas o es probable que nunca sanen.
Nadie
es padre a la perfección, lo que si es cierto es que hacer los intentos por
llevar una vida emocionalmente sana e instruir de la mejor manera a nuestros
hijos les hará un tatuaje de amor que podrán transmitir a las nuevas
generaciones ¨Los buenos educadores son los grandes guías, eso somos los
padres¨
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