Por: Nathalie Roa D.
Los niños son muy
especiales mayormente en su edad temprana o inicial, por ello es importante que
entendamos que los niños a pesar de que los veamos tiernos e indefensos no
implica que no tengan habilidades, capacidades o destrezas muy vitales y
transcendentes tanto en su Etapa Infantil, como para una mejor formación en las
etapas subsiguientes.
Las
Habilidades Innatas no requieren de un proceso o ser aprendidas, ya que estas
nacen con la persona y hacen parte de su personalidad, por eso la importancia
de su desarrollo, especialmente en el Período Educativo.
El
desarrollo de estas habilidades influye mucho en el aprendizaje, pero también
influye para el desarrollo de las mismas, los métodos de enseñanza utilizado
por los docentes.
Podemos
mencionar tres tipos de aprendizaje predominante en el proceso Enseñanza-Aprendizaje,
tales como: el Aprendizaje Repetitivo o Memorístico, el cual se produce cuando
el alumno memoriza contenidos sin comprenderlos o relacionarlos con sus
conocimientos previos, no encuentra significado a los contenidos; el Aprendizaje
Receptivo: en el cual el alumno sólo necesita comprender el contenido para
poder reproducirlo, pero no descubre nada; y el Aprendizaje Significativo a
través del cual el educando relaciona sus conocimientos previos con los nuevos,
dotándolos así de coherencia respecto a sus estructuras cognitivas.
Si
logramos comprender el concepto de cada tipo de aprendizaje, entendemos también
que cada persona como ser individual, piensa, aprende, practica y se desarrolla
diferente, porque no poseemos las mismas habilidades.
Entendido
esto, debemos reflexionar sobre nuestra manera de enseñar, ya que por las
diferentes perspectivas que como individuos tenemos, así también debemos tener
la oportunidad de desarrollar nuestras habilidades innatas de manera espontánea.
Que a la hora de enseñar, no seamos de los docentes que enseña imponiendo sino,
instando a nuestros alumnos de manera dinámica a que ellos mismos desarrollen
sus propias ideas, para que de esta forma en el transcurso del desarrollo de
sus etapas, las mismas puedan ser completadas, o al menos alcancen un
desarrollo máximo, el cual le permitirá ser a ese pequeño alumno, un ser
autónomo, con ideas propias, independiente y competente en un futuro.
Enseñar
a los niños, permitiéndoles desarrollar sus propias ideas y pensamientos, les
ayudará a desarrollar y mejorar cada día su creatividad, sus habilidades, y a
su vez, a fortalecer su identidad personal.
Formemos
parte de una mejor educación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario