Por:
Cecilia
Polanco
Angélica Gutiérrez
Basándonos en que el objetivo de la
Disciplina Positiva, es llegar a tener hijos saludables emocionalmente, que
exhiban una autoestima sana, independientes, que sepan dar solución a los problemas
que enfrentaran en sus vidas , conscientes de que los errores son oportunidades
para mejorar y aprender a ser
libres y felices.
Nos vemos en
la necesidad de analizar un poco nuestra realidad en las familias dominicanas,
pues vemos como día a día a nuestra práctica Orientadora en los centros educativos nos llegan
niños/as, con un alto nivel de agresividad lo cual evidencia baja autoestima e
incapacidad para resolver sus conflictos de forma positiva. Y es que a menudo
vemos la repetición de un patrón familiar o el resultado de un tipo de crianza
equivocados. Por lo que se hace necesario en nuestra sociedad un cambio hacia
lo positivo, que las familias se empoderen en la crianza de sus hijos,
partiendo de la importancia de ser modelos a seguir para sus descendientes,
enseñándoles habilidades para la vida, valores, a procesar positivamente el
conflicto entre otras actitudes y aptitudes a reproducir.
La
disciplina positiva se basa en la comunicación, el amor, el entendimiento y la
empatía. Su conocimiento aporta herramientas a los padres para entender el
comportamiento de sus hijos, en el caso de los adolescentes conocer las etapas
del desarrollo, estar conscientes de los
cambios físicos y emocionales, para que
sus problemas disminuyan o desaparezcan, que sientan que son amados y tomados
en cuenta.“ El amor propio es el fruto de
la disciplina; el sentido de la dignidad crece con la capacidad de decirse No a
uno mismo” Apegándonos a la frase- de Abraham Joshua Heschel, vemos la
importancia de establecer límites claros
y rutinas desde muy temprana edad en la crianza de nuestros hijos, siempre con constancia y perseverancia.
Les enseña
además como ser amables y firmes al mismo tiempo haciendo que sus niños y
adolescentes desarrollen capacidades y sean conscientes de ellas; por ende la
familia y la sociedad marcharán de una forma más adecuada.
La presencia de tal debilidad se convierte en
un reto para los profesionales de la conducta y Psicopedagogos, fortalecer a
nuestras familias en aplicación de las bases y criterios de la Disciplina
Positiva, y así en un futuro próximo ,se
ha de generar cambios significativos en
nuestra sociedad dominicana.
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