martes, 25 de julio de 2017

La Familia como Proyecto de Vida.

Por:
Francisca Gómez                                                               
María Dolores Reyes.

Un proyecto de vida es la forma de planear a futuro las cosas que soñamos y que  anhelamos hacer en nuestra vida.

Generalmente un proyecto de vida debe verse como el camino para lograr nuestra autorrealización. 
La familia es y será el eje fundamental de la sociedad. Por, tanto las parejas que deciden asumir la formación de una familia deben hacerlo en base un valor fundamental que es el amor, tomando en cuenta las  diferencias individuales, las cuales se convierten en  vínculo de unidad aunque a veces estas mismas destruyen la relación cuando no están bien enfocadas.
 Extrañamente, incluso en hogares establecidos, el proyecto familiar es un término desconocido. Por eso es tan importante establecer una visión para la familia. www.innatia.com.
Una visión para la familia le puede ayudar a fijar metas reales, definir lo que la familia realmente desea en la vida y unirla para caminar en una dirección preestablecida.
Emprender este gran proyecto de vida donde convergen diferentes generaciones debe estar  provista de valores, entre ellos tiempo de calidad entre sus miembros, compromiso, comunicación afectiva y efectiva para que den respuestas positivas  a lo que  demanda la sociedad actual, ya que muchas personas deciden formar familias sin estar preparados tienen hijos pero un porcentaje importante le está dejando la educación de sus miembro en manos de otros.
 Elizabeth Jelin nos dice: “La familia es la institución social que regula, canaliza y confiere significado social y cultural a estas dos necesidades” (Jelin: 1988), haciendo referencia a la sexualidad y la procreación.
 Con esto hacemos referencia a la cantidad de adolescentes y jóvenes teniendo relaciones sexuales a temprana edad, con embarazos no deseados, niños criados por abuelos entre otros tópicos  han llevado a que hoy día exista una descomposición en la estructura familiar.
Es importante desde todas las instancias psicoeducar a nuestros adolescentes y jóvenes a que vean las familias como un proyecto de vida saludable y de asumirlo con amor, responsabilidad y entrega, pero, sobre todo como un espacio de crecimiento y desarrollo personal para  ser felices.

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